Capítulo 51

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El matrimonio. Dos palabras de gran peso. Aunque cuando amas de verdad, no lo es, en absoluto. Para algunos significa un gran paso, la decisión mas importante de sus vidas, el cambio, muchos otros lo llaman "Matricidio". Para mi es libertad, al fin podre volar al lado de la persona que quiero, es como aquella típica metáfora, en la que el pájaro abandona el nido. Pues, este pájaro de hermosas alas, pronto volará, quizás al paraíso del nunca jamás.

Cuando escuché decir a Charlie, aquellas palabras, incluso antes de pronunciarlas, ya sabía la respuesta. Este pájaro decidía volar, volar muy lejos.

-Charlie...

Apenas pude balbucear. Las cadenas de la vida, se hacían más pesadas... Aunque la emoción de poder oír como el hombre de mi vida, me decía que deseaba pasar el resto de su vida a mi lado, era simplemente maravilloso.

Las gotas de sangre bajaban por mi frente. Iba a perder a la consciencia muy pronto. Puede que me quedaran unas horas más de vida. ¿Era inminente el final?.

-Cha-charlie...quiero que me escuches...

Charlie me miraba, con temor. Por un momento pensé que iba a llorar. Pero Charlie White nunca llora. ¿No?.

-¡Qué espectaculo más bonito, el mafioso retirado y la hija del carnicero!- se burla Rufus.

Rufus empieza a reír, como siempre.

- Les doy cinco minutos, para que puedan despedirse. Es lo menos que le debo a hija de puta de mi hija.- al decir esto, ríe nuevamente.

-Te ire a buscar al infierno, escoria.- le dice Charlie.

Este hace un acto de reverencia y se marcha.

¿5 minutos? en 5 minutos, no podré decirle a Charlie, lo mucho que siento por el. ¿ De verdad hay algún espacio de tiempo verdadero para expresarle a un ser querido, cuanto le amas?

-Seguramente venga con sus hombres...-murmura Charlie, preocupado.

-Charlie...-murmuro.

-Mi amor, no me digas nada, dímelo, en casa, saldremos de esto, te lo prometo.

¿Te lo prometo? A veces prometer es sinónimo de no cumplir y es que a veces las personas no cumplen ni los años, ¿Como cumplir una promesa?.  Es como prometer amor eterno, siendo seres mortales. La eternidad no es más que una frágil mentira de la fe creada por una mente humana. Quizás la eternidad, creo que es esa, si, esa eternidad que se produce, cuando el corazón late por ultima vez, cuando los ojos se cierran. Sí, la muerte, es nuestro verdadero para siempre, porque la vida es lo único eterno en esta vida.

-No. Charlie, tengo que decírtelo ahora.

-Sh, me la dirás después, ahora guarda alientos.- me dice sujetado con su mano mis pies.

-Cha-charlie, te has llevado la tristeza de mi alma, la soledad de mi camino. He vivido tantas experiencias a tu lado. Sí, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado. Quiero, que seas la ultima persona a la que vea. Mi deseo, mi amor, es estar contigo. Lo supe desde el primer momento en el que te vi, mi destino quiso volar al lado del tuyo. Esta vez, cupido, lo hizo bien.

- Lauren, te haré la mujer más feliz del mundo. Me has descongelado, ahora el hielo derretido quiere salir por mis ojos. ¿Se llaman lagrimas, verdad?. 

Yo asiento emocionada.

-Ya lo soy, muy feliz...-susurro. 

- Estaremos juntos, hasta que la muerte nos separe.-dice con amor en su mirada.

-Hay algo que quiero que sepas...- me dice nuevamente atormentado. Mientras se acerca ami. 

Las cadenas me oprimen más y más, pero aun queda algo dentro de mi. Aún tengo un poco de fuerza. El amor de Charlie, es mi fuerza.

¿Qué querrá decirme? Quizás se alguna sombra suya.

- Yo conozco a tu madre desde hace años. Ella, me odia. Lo más posible, es que me quiera ver muerto. ¿Que ironía no?. Yo sigo vivo, y ella, en la miseria. Es la paradoja del destino. Rufus, quería destruirme. Cuando tu padre las abandono por ser mafioso, yo entre en su organización, ya sabes... Cuando quise salirme, él mató a mi padre y a mi hermana. Logré escapar por mi madre. Esto ya lo sabías, pero lo que no sabías es que tu y yo nos confabulamos para acabar con Rufus...

- ¿Mi madre ya lo sabía?.- pregunto aturdida.

-Sí, hay algo más, todo esto estaba planeado...

¡Dios! 

-¿Qué? No lo entiendo.

-Sí, Lauren, más adelante lo entenderás. Lo cierto es, que yo ya sabía que Rufus, te iba a secuestrar, que te iba a traer aquí. Digamos que has sido mi carnada, mi anzuelo, mi cebo. Pero no te preocupes. Te sacaré de aquí. Ya lo verás.

Las lagrimas de sangre empezaron a fluir nuevamente. Y las preguntas fluyeron de otra vez en mi cabeza, no entendía nada, hace unos minutos, me había pedido que me casara con él, y ahora me dice que, todo esto estaba planeado.

-¡Estas loco, Charlie White! - le intento gritar. Me sale un pequeño aullido.- Eres un hijo de puta, una escoria humana.

- Oh no mi amor, no te ofusques, ni gastes tus fuerzas, te sacaremos de aquí. Tu madre esta por llegar.- me dice mientras se acerca a mi.

El dolor vuelve a mi, como siempre. Entonces me di cuenta, que aquel día, que me subí en su coche, fue mi condena. Desearía haberlo hecho mejor, mis ganas de escapar, me soltaron en los brazos de un maldito loco. La vida por desgracia me dio a una madre que me vendió por venganza y a un amor de teatro, que se acabará cuando baje el telón. Ya no hay ganas de seguir el show. 

-¿Porpor-que me has hecho esto? Yo no tenía ningún papel en este teatro.

-Cierto, pero eres hija del hombre que más odio. ¡Pequeña Lauren, el show debe de continuar!.

Me quedaban pocas fuerzas para continuar, cada vez me costaba más respirar y mantener mis ojos abiertos, lo cierto es que, pronto todo iba a terminar.

-Nunca te lo voy a perdonar.- logro decir.

- No te he perdido perdón, mi amor, si tu has sido la reina de mi ajedrez. ¿O tal vez solo el peón?. - se burla.

- Charlie, muérete.- murmuro.

- Te amo.- me dice, mientras me da un leve beso en los labios. 

Yo intento escupirle, pero más que saliva en mi boca, había sangre.

- No lo entiendo...¿Nunca me has amado?

Ya queda poco en mi.

- SI, claro, de lo contrario, no estarías aquí. No olvides, que yo destruyo todo lo que quiero. Tu desgracia fue que yo te quisiera y más que te amara. Es la maldición de Charlie White, estoy tan frío como el hielo y más sin embargo, lo quemo todo como el fuego.

-Por eso los desastres naturales llevan nombre...

Charlie esta a centímetros de mi, puesto que, mis cuerdas vocales funcionan cada vez menos. Espero que mi madre, me salve. Espero que Charlie, tenga piedad de mi. Ojalá me saquen de aquí, siento que pronto mi corazón va a dejar de latir.



Las Sombras De CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora