Llegué a la casa de los White girándome de nuevo por si Eric estaba cerca de mí, pero no, ni rastro de mi mejor amigo imaginario. Luke estaba con el móvil y Brid estaba sentada en el bordillo de la entrada al jardín. Cuando estaba a pocos metros de ellos, ambos levantaron la cabeza y pusieron toda la atención en mí. Brid estaba sonriendo y él me dio una media sonrisa.
— ¿Qué hacías por ahí sola, Mía? ¿No te da miedo? — rió Brid mientras se levantaba.
— ¿Qué pasa? — pregunté de buenas. Luke miró a Brid y ella habló.
— Tu madre te está buscando como loca. Y tu primo quería sacarte a bailar, pero ¡me cogió a mí! ¿No es fantástico? — reí mientras le saludé con dos besos.
Nos adentramos a la casa de mi prima... Aún se me hacía raro llamarla de esa forma. Mamá se acercó rápidamente dándome una mala mirada por desaparecer así de repente y sin avisar. Aseguré estar sana y salva y que afuera no había ningún oso de tres metros con hambre. Papá se rió de mi comportamiento sarcástico y me besó la frente. Apestaba a alcohol y quise vomitar en sus zapatos.
Mis padres me hicieron saludar a todo miembro de familia y no familia presentes en la boda. Tuve que contener mi risa cuando papá me presentó a Elisabeth como si no la conociera.
— Ha bebido un poco. — le aseguré riéndome. Elisabeth hizo una mueca de incredulidad.
— ¿Hablas en serio? — exageró su forma de hablar y estallé a carcajadas cuando mi padre se posicionó en frente nuestra negando con la cabeza.
— Chicas, no hablen así de mi marido. Él solo... — mamá miró a papá en busca de sacarle algo bueno, pero de repente, se fue en busca de nueva compañía.— ¡Theresa!
Elisabeth y yo nos reímos y me fijé en un chico apuesto, alto y guapo vestido de novio.
— ¡Félix!— lo llamé cuando lo vi buscando a alguien con la mirada. Él me sonrió y se acercó corriendo a mí. Me abrazó. Y le dio un beso a su novia.
— Gracias por todo, renacuaja.
Sonreí y me sacó a bailar. Reí cuando hizo un paso de robot. Desde luego que si nos apuntábamos a un concurso de talentos nos echarían por abuso.
— ¿Me permites?— preguntó una voz detrás de mí. De repente pusieron una canción lenta, como si estuviese todo planeado. Félix me sonrió pero le dio una mirada a mi amigo que decía: Te estoy vigilando, como te pases, te mato.
Cogí la mano de Luke y me acercó a su cuerpo. A pesar de que él sí existía, no se sentía tan real como Eric.
— ¿Te pasa algo conmigo? — pregunté, aunque sonó más como una afirmación.
Él negó con la cabeza y me sostuvo de la cintura.
— Esta noche estás preciosa, Mía. — Creéme me lo dicen mucho. Quise decirle, pero por no sonar creída, no lo hice. Él también estaba bastante guapo, vestía un traje de chaqueta y su pelo estaba igual de revuelto que siempre, dándole un toque muuuuuy natural. A diferencia de todos los de esta fiesta. Estaban sobre todo preocupados por su aspecto para que fuera más fácil ligar con las mujeres. Imbéciles.— Después, ¿podrías acompañarme al jardín?
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Mi amigo imaginario
Fiksi RemajaDespués de la tormenta viene la calma, dicen. Y después de la calma, viene la tormenta, digo. Desde que Eric se fue, todo en mi vida se puso patas arriba. Mi vida era normal, desde que llegó, se fue y volvió. Para mí, es alguien más y único en mi v...