Era un día común y corriente, y Tobi estaba buscando a su novio.
Buscó en todos lados, en las salas de clases, los baños, incluyendo los de damas, la sala de maestros, los baños de maestros, la cafetería, los pasillos, y como si fuera poco, no lo encontró.
Estaba por declararse vencido cuando lo vio subir por las escaleras en dirección a él.
- ¡Deidara-senpai! -llamó la atención del rubio que lo miró de forma curiosa.
- ¿Qué pasó, Tobi?
-Lo estuve buscando por toda la escuela, Deidara-senpai, y no lo encontré. ¿Dónde estaba?
-Eso no importa, ¿por qué me buscabas? Hum.
-Bueno, yo lo estaba buscando para hacerle una consulta.
- ¿A sí, cuál es tú pregunta?
- ¿Usted ha escuchado alguna vez sobre la leyenda del hilo rojo del destino, sabe de qué trata?
-Hum, si he escuchado de ella. ¿Esa era tu consulta?
-No, pero escuché a unas chicas hablando sobre ella y no la comprendo, ¿usted sería capaz de explicármela?
-Veras, la leyenda dice que los dioses atan un hilo rojo alrededor del dedo meñique de dos personas que están destinadas a conocerse -explicó posando sus dedos en las manos de Tobi haciendo un gesto que indicó la existencia de un hilo en su meñique-. «Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper».
-Es una bonita leyenda, ¿no cree, Deidara-senpai? -preguntó el castaño tomando el brazo del rubio.
-Sí, lo es. Me recuerda un poco a nuestra relación. Hemos tenido altos y bajos para llegar a ser lo que somos ahora -respondió acariciando una de las manos de Tobi.
-Deidara-senpai, ¿usted recuerda el pequeño problema que ocurrió con Itachi-san?
-Sí que lo recuerdo, fue algo confuso, pero sin embargo, ocurrió lo que tenía que ocurrir, y de alguna forma terminamos juntos...
-Así es, además también hubo un altercado con Zetsu-san.
-Para ese entonces ya habíamos empezado nuestra relación, y Zetsu se te declaró. Tú no supiste que hacer, yo te aconsejé, a la final todo terminó como estaba al comienzo... Nosotros dos en una relación de ensueño.
-Es como dice la leyenda, Deidara-senpai -respondió con una sonrisa gigante.
-Tal y como dice la leyenda, nuestro hilo se estiró, se contrajo, pero no se rompió.
- ¿Eso quiere decir que estábamos destinados a unirnos de alguna forma? -preguntó tomando la mano de su novio.
-Yo creo que sí, Tobi -respondió sonriendo, segundos después lo besó, como la primera vez que esto ocurrió, un beso apasionado, húmedo y lleno de sentimientos que se expresan sin necesidad de palabras.

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El hilo rojo del destino (Drabble TobiDei)
FanfictionLa relación de Tobi y Deidara ha tenido altos y bajos, pero sin embargo siguen en pie. Esto probablemente se deba al hilo rojo invisible atado en el dedo meñique de ambos.