Asustaba...¡obviamente asustaba! Pero ahí estaba yo, siendo sentimental, diciéndole lo que de verdad sentía, esa era la promesa de ese día, ese era el pacto unilateral, toda aquella tarde no paramos de decirnos cuánto nos gustábamos...era raro y soso, pero lo valía, al menos por ese día...ya que, nuestro futuro era incierto.
Ese podía ser el último día en el que nuestras manos se enlazaran o podía ser uno de muchos más.-Lucy-