Capítulo 7.

1.5K 182 37
                                    







3/3

Me termino de atar las cintas de mis zapatillas deportivas, seguido voy hasta el espejo de mi habitación y sonrío al ver mi reflejo. Después de una semana tratando de adaptarme a vivir con Paula y Jax me siento más relajado, trato de que cada día sea espontáneo, eso de ser rutinario no se me da.

-Den - escucho la dulce voz del pequeño, me giro y lo veo asomando su cabeza por el hueco de la puerta.

-¿Qué pasó, nene? - me pongo a su altura, quedándome enternecido con su pijama de animales.

Observo que trae una de sus mochilas de oso con él, tremendo fetiche tiene este niño por los osos.

-Mamá - tomo una de sus manos.

-¿Quieres ir a ver a mami? - asiente efusivamente. - Bien, sólo espera que pongo unas cosas en tu mochila.

Tomo mi móvil, caminando hasta la cocina con Jax detrás de mí. Busco una de las malteadas de chocolate que Paula guarda en el refrigerador y la meto en la mochila. Lo guío hasta la habitación donde ellos duermen, buscando un atuendo para ponerle. Opto por unos pantalones deportivos negros, haciendo juego con unos tenis del mismo color y una camisa gris.

-¿Te gusta? - le pregunto al llevarlo frente al espejo.

-¡Ti! - aplaude y me observa de pies a cabeza.

Ahora que lo veo, estamos vestidos igual, qué cosa más hermosa. Me guardo algo de dinero en el bolsillo trasero de mi jean, cogiendo las llaves del departamento a la vez.

Justo cuando tomo su mano, él niega.

-Mas - murmura.

Me vuelvo rápidamente a la recámara, tomando a Max, el oso preferido del pequeño. Salimos de nuestro lugar de residencia, caminando alegremente por las avenidas. Las personas que pasan van ajenas al mundo exterior, en cambio nosotros vamos observando todo a nuestro alrededor.

Llegamos a la biblioteca, y vaya que es grande. Entramos, contemplando el silencio del lugar, ese maravilloso olor a hojas que los libros proporcionan y la paz que se percibe al estar dentro. Jax me mira confundido, le hago una seña de silencio. Veo a Paula acomodar unos libros en uno de los estantes, atraigo al pequeño hacia ella.

-Hola, bonita - nos mira con rapidez, formando una media sonrisa.

-Hola - susurra, besando la frente de su hijo, dejando un beso en mejilla.

<<Dios mío, ella acaba de besar mi mejilla>> Duh, he sonado muy cursi, qué locura.

-Hemos venido a pasar el rato acá, no molestaremos mucho - ríe.

-Vale, por allá hay libros para niños, si quieres puedes ir a buscar unos para mi bebé - asiento, levando al pequeño conmigo.

Le muestro varios, él elije uno de animales silvestres. Lo dejo sentado en una de las mesas de lectura, mientras me encamino a otro de los estantes en busca de un buen libro.

-Puedo ayudarte a encontrar un libro a tu gusto, ¿qué quieres leer? - la suavidad en la voz de Paula siempre me deleita.

-Quiero algo erótico, pero romántico - sonrío con coquetería.

-No sabía que leías de ese tipo de cosas - me mira sorprendida.

-Y yo no sabía que está mal leer cosas así - niega con una pequeña sonrisa.

-Nunca dije que estuviera mal, es sólo me sorprendió.

-Siempre estaré para sorprenderte, muñeca - murmuro sobre su oído.

-Bueno, vamos por aquí, hay varios libros que te pueden gustar - sus mejillas rojas hacen que me sienta algo alagado.

La sigo por el estrecho pasillo, sonriendo con sus movimientos torpes. Me señala algunos libros, los tomo, leyendo la sinopsis de ellos.

-Leeré éste, me parece atrapante su comienzo - asiente, viendo la portada del libro.

-Yo ya lo leí, es muy bueno, en serio - suelto una pequeña carcajada.

-Tú sí que me sorprendes, algún día podríamos leer juntos, quizá te guste practicar conmigo lo que está escrito ahí - me golpea el hombro, vuelvo a reír.

-Depravado, en mi vida practicaría algo contigo - muerdo mi labio para no soltar otra carcajada.

-Ya te veré cuando estés debajo de mí, gimiendo mi nombre, pidiendo más - me empuja lejos de ella.

-¡Cállate, yo tengo una mente sana! - esquiva mi mirada.

-Bien, espero que no te hayas excitado con lo que he dicho, no creo que tengas demasiada resistencia - su mirada fulminante hace que me divierta más la situación.

-Te odio tanto, eres insoportable - levanto mis manos en señal de paz.

-Vale, iré con Jax, en cuanto terminemos de leer nos iremos - asiente.

-Me avisan cuando estén por irse - le guiño un ojo.

-Yo te aviso todo lo que quieras - vuelve a golpear mi brazo.

-Largo de aquí - río una vez más, alejándome de ella.

Definitivamente, ser niñero es mejor de lo que creí.







______________________________

¡Yuju!

Maratón finalizado, y perdón por tardar tanto, estaba algo ocupada y sin inspiración :c Pero sha he vuelto.

Voten y comenten, me encanta leer sus opiniones. Las y los amo demasiado.

¡Besos!


Tentación mortal #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora