Capítulo 9

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Me desperté escuchando el molesto sonido de la alarma. Me levanté sin ganas y caminé hacia el baño donde hago lo de siempre.

Salí, me vestí con un pantalón roto, una remera gris básica y mis zapatillas. Me maquillé como siempre y bajé a desayunar.

-Buenos días- dijeron mis padres al unisono recibiendo por parte de los dos un beso en mi cabeza. Se sentía bien por fin que los dos me presten atención, siento que ahora sí les importo.

-¡Buenos días!- dije con ánimos.
-¿Qué te trae de buen humor un lunes a las 7:10 de la mañana?- preguntó mi madre sorprendida.
-Nada en especial- era verdad, solo sentía que hoy iba a ser un buen día.

Terminé mi desayuno lo más rápido que pude y fuí hacia la puerta, pero la voz de mi padre me detuvo.
-¿Quieres que te lleve?- esto era nuevo.
-Puedo ir caminando- me negué pues no quería que parezca que me estaba aprovechando de la situación.
-Si, te llevaré.- dijo dando por decidido, a lo que solo asentí.

El camino no fue tan incómodo como pensé que lo sería. Yo iba viendo las hojas de los árboles caerse detrás del vidrio del auto. El invierno estaba comenzando, me encanta el invierno, es mi estación favorita. California es muy grande, con bellos y extensos paisajes que la acompañan.

-Aquí es- dijo mi padre sacandome de mis pensamientos.
-Gracias- dicho eso bajé y caminé hacia la entrada.

Al entrar hice lo de siempre: busqué los libros que tenía en la primer hora. Fui a tomar agua y entré a mi clase.

Cuando entré noté que había llegado muy temprano, prefería eso en vez de tener una falta.

Estaba escribiendo en mi cuaderno cuando Shawn entró al salón robando las vistas de todos los que estábamos allí dentro. Estaba irreconocible, "la popularidad se le subió a la cabeza" pensé, pero no estaba tan segura del todo. Cuando me miraba en la cafetería el otro día pude notar tristeza y angustia, a veces pienso que el nunca quiso ser así, dicen que al mirar a los ojos a alguien puedes ver su alma en ellos, pero en Shawn, no había nada.

El profesor entró y todos hicieron completo silencio.

-Buenos días chicos- dijo el profesor Copper dejando sus libros y entre otras cosas en el escritorio.
-Buenos días- dijimos todos al unísono menos Shawn.
-Buenos días Sr. Mendes, creo que no lo oí.
-¿Todo bien?- dijo con una sonrisa irónica.

-Alumnos, solo por hoy los cambiaré de lugar, no se van a sentar con los de siempre- el profesor sacó una caja roja donde teníamos que sacar un papel y ahí decía con quién nos tendremos que sentar.
-Señorita Brown, su turno- avisó acercándome la caja. Solo rezaba con que no me toque con Shawn, pero, la suerte no estaba de mi lado. Y yo qué pensé que hoy iba a ser un buen día.
-Oh, con el señor Mendes, vaya a sentarse- dijo. Agarré mis cosas y fuí donde estaba él. En la última fila al costado.
Solo me senté en seco, sin decirle nada ni verlo.

Y la clase continuó así, sin hablarnos o mirarnos. Parecíamos dos extraños que no nos conocíamos, aún recuerdo la primera vez que lo conocí.

Flashback
-Perdón...- hizo una pausa en forma de pregunta por mi nombre.
-Emma, me llamo Emma- dije con una sonrisa sin dejar de mirarlo.
-Lindo nombre, Emma- lo dijo perfectamente- ya que somos compañeros de banco y trabajo, necesitaba saber dónde lo haríamos?, Te parece bien en mi casa hoy?- cada vez que habla movía sus manos, se veía muy tierno.
-Si me parece bien, hoy a las 5?- el asintió.
Fin del Flashback

-¿Podemos hablar?- susurré haciendo un intento de que a el profesor Cooper no me escuchara.
-No tenemos que hablar nada- respondió seco evitando totalmente mi mirada.
-Por favor- supliqué, pero Shawn no se movió, ni siquiera volteó a mirarme, decidí no seguir intentando y prestar atención a la clase.

El timbre sonó, Shawn salió lo más rápido de ahí antes de que el profesor se vaya, ¿qué le pasa?

Luego de que el profesor se vaya todos salimos del salón. Yo fui a mi casillero, junto a este estaba Sara, no la veía desde que se quedó en casa.

-Hola Sara- dije dándole un abrazo.
-Hola- dijo la morocha muy animada.
-¿Qué hacías?- inquirí guardando mis libros en mi casillero.
-Te estaba esperando, no quiero entrar sola a la cafetería.
-Entonces vamos- dije.

Cuando entramos todas las miradas de los alumnos que estaban allí se posaron en nosotras haciendo que también quede un completo silencio. Me hizo sentir muy incómoda.

-Qué está pasando?- le susurré a Sara.
-No lo sé.

Un Shawn divertido se apareció subiendose a una mesa robando la atención de todos. Solo buscamos nuestra comida y nos sentamos.
Shawn se acercaba con cara intimidante.

-¿Disfrutando de la soledad querida Emma?- eso me recordó todas las veces que James se reía de mí, ¿y ahora Shawn? No lo iba a seguir aguantando por mucho tiempo. Solo lo miré a los ojos con cara de odio.
-No molestes imbécil- dije seca.
-¿Y por qué no? ¡Si así me divierto!- dijo entre risas a lo que todos rieron.

-Que pena sería que esta malteada se caiga justo sobre tu lindo y suave cabello- dicho eso el agarro mi malteada y me la tiró encima escuchando las burlas de todos. Lo mire aún con más cara de odio, pero él ¿tenía cara de preocupado? Salí corriendo de allí, no quería estar más en ese lugar y además no quería que me vean llorar, odio romperme enfrente de la gente. Fuí corriendo hasta el baño pero Cameron me detuvo.
-¡¿Emma?! Estas bien? ¿Quien te hizo eso?-
-Sh-Shawn- dije entre cortado.
-¿Qué? Lo voy a matar- dijo caminado hacia la cafetería, pero yo lo detuve, no quería que se meta en problemas por mi culpa, y además de que no me gusta depender de nadie.
-No, no hace falta que te metas en problemas por mi culpa- dije tratando de calmarlo a lo que él me abrazó y yo le acepté el abrazo.

Me fuí al baño a cambiarme, por suerte tenía ropa demás, eso le tengo que agradecer a mi madre. Me limpie las lágrimas, me lave la cara y fui a mi clase siguiente.

Y el día continuó así, lento y aburrido.

Secretamente tuyo (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora