—¿Por qué? No entiendo—interrogó Ally.
—No puede decir eso—dijo Heather.
—Estoy confundido—habló Blayd.
—¿Quieren callarse de una buena vez? Verán, surgieron algunas... Complicaciones, y me he dado cuenta que haberlos incluido en la cuarta división fue un rotundo error. Pues, ustedes son unos novatos y no tienen experiencia alguna, por lo que era demasiado para ustedes. Así que, he tomado esa decisión y espero esta vez no equivocarme—aclaró Hansell buscando un libro en uno de sus altos libreros dándoles la espalda.
La luz natural del sol mañanero penetraba los vitrales con suavidad, siendo esta, la única iluminación necesaria.
Ally, Blayd y Heather estaban parados detrás de él, ya que el príncipe los había mandado a llamar un día después de su primer día de entrenamiento.
—Y... ¿A dónde nos mandará?—preguntó Ally.
—Los he en listado en la quinta división, con la general Sibira Cain al mando. Las actividades que allí realizan están al alcance de sus habilidades—respondió Hansell tomando por fin un libro y dándose la vuelta para verlos de frente.
—¿La administración de suministros? ¿cree qué será lo mejor opción?—cuestionó Heather cruzada de brazos y levantando una ceja.
—Así es. Y, como ya mencioné con anterioridad, es algo que está al alcance suyo—repitió Hansell yendo hacia su escritorio.
—De entrada le decimos que no tenemos mucha experiencia en ese campo—señaló Blayd.
Al terminar, desvío la mirada más allá de los vitrales, posando su vista en cierto punto del paisaje admirando su belleza innata.
—Es mejor que tenerlos en la cuarta división donde solo estorban y las probabilidades de que un gran percance se presente, trayendo como resultado que nos maten a todos—el príncipe adornó sus palabras con una sonrisa sarcástica.
—No tenía que ser tan directo—dijeron Ally y Heather girando los ojos al mismo tiempo.
Hansell tomó asiento, abrió un cajón que se encontraba a un costado de su escritorio y sacó un sobre blanco, el cual, estaba sellado con la marca del ejército real.
—Ya vayan se, solo me están robando mi tiempo—la falsa sonrisa del príncipe seguía sin esfumarse. Acto seguido, le entregó a Ally el sobre en sus manos.
Ally tomó el documento con brusquedad, dio media vuelta y salió de la habitación junto con Blayd y Heather a sus costados.
—Idiota—murmuró Ally mientras guardaba la carta en su mochila y caminaban por el pasillo.
—Es un egocéntrico de primera, ¿qué más se podría esperar?—comentó Heather rodando los ojos.
♣
En las oficinas centrales de la División de administración de suministros y de atención médica...
—Sí es él quien lo acredita, no tengo más remedio que aceptarlos... Bienvenidos—declaró Sibira Cain con una blanca y bella sonrisa.
Su oscuro y rizado cabello estaba peinado con una media coleta y su piel bronceada brillaba bajo los rayos de luz que se filtraban por la ventana.
—¡Oh! que bien, ¿qué haremos primero?—inquirió Ally.
—Lo primero que harán será buscar una solución para sus uniformes, ya que, portan el equivocado y reglas son reglas. Pero, no es necesario que gasten más, pueden vender esos que traen pues están relativamente nuevos.
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Tierra Escondida I: Más allá de un sueño
FantasiAlexandra Homel, alias Ally, es una chica aburrida, simple y que prefiere quedarse en casa en un viernes por la noche viendo Lost a que hacer algo que cualquier chica común haría. Ella simplemente vive una vida tranquila. Hasta que una mañana recibe...