My Suit Man

Capitulo 6

La figura se hace mas clara, y me quedo varios segundos observándola.

Es él, el chico del traje, esta vez trae un traje azul marino con corbata del mismo tono, y una camisa blanca.

Me quedó mirándolo como una boba, y creo que hasta se me cae la saliva.

De la nada se da la vuelta y mira en mi dirección, trató de disimular mirando a mi cuaderno, y no estoy segura de si funcionó.

Levantó la vista de nuevo y veo que sus ojos están clavados en mi, y no precisamente en mi cara.

Levantó una ceja, y el sonríe, oh dios esa sonrisa, es la sonrisa más bella que eh visto.

Es una sonrisa algo picara, pero también dulce, y al mismo tiempo algo fría.

Me quedo estática unos segundos y comienzo a dibujarlo disimuladamente, tratando de imitar esa sonrisa que hace unos segundos estaba impresa en su cara.

Cuando levantó mi cabeza no lo veo en donde estaba antes.

Giró mi cabeza unos noventa grados, y lo veo aproximarse a donde yo estoy.

Lo primero que cruza mi mente es guardar mi cuaderno, pero como no me da tiempo de eso, simplemente cambio de página y me pongo a simular retocar otro dibujo que había hecho.

Pasaron unos segundos, y escuche unos pasos acercándose.

Sus pasos eran lentos y calmados, sentí su seguridad desde aquí, pero al demostrar tanta seguridad, también me mostraba su inseguridad. Verse débil ante los demás.

Cuando los pasos se detuvieron hice un gran esfuerzo para no levantar la cabeza.

Pero esos esfuerzos fueron en vano, al sentir su mirada sobre mí, y sobre mi cuaderno. Tuve curiosidad de ver la página en que había abierto mi cuaderno, ya que estaba tan nerviosa que no me di cuenta de la página que abrí.

Así que fije la vista en mi cuaderno, y vi que había un autorretrato, en donde solo se veía la mitad de mi cara.

Sus ojos seguían clavados en mi, por lo que subí mi mirada, y pude apreciar de cerca sus intensos ojos azules, que como todo de él, me dejó asombrada.

Lo vi tragar duro, y me di los cinco internamente. Yo sabía que no era fea, bueno al menos no me consideraba fea, mi plan siempre fue ser yo misma, y quererme como soy.

Pero como dice el dicho, "lo importante es lo de adentro no lo de afuera", como por ejemplo los Kisses, que son muy lindos, pero cuando abres el envase, y pruebas lo de adentro te quedas sin habla, de lo delicioso que es, tanto pensar en comida me dio hambre.

Y el parece haberlo notado porque mi estomago gruño como nunca, y yo muriéndome de vergüenza, al ver como el disimulaba una risa. Que por cierto fue muy mal simulada.

-Toma.- Escuche que una voz grave y profunda me decía.

Miré hacia él, y vi que en su mano estaba extendida hacia mi, con una bolsa de Subway en ella.

-Me lo iba a comer, pero creo que lo necesitas más que yo.-Dijo con una sonrisa ladeada en su cara.

Y yo muda como nunca, y mirando la bolsa que estaba en sus grandes manos.

Decidí reaccionar ante de que creyera que era una estúpida.

-Gracias, pero no gracias, es tu comida, y no me gustaría quitártela.- Replique.

-No aceptaré un no como respuesta.- Habló él.

-Bueno, yo no te diré un sí.- Dije con un poco de burla en mi voz.

Su cara parecía un poema, parece que no estaba acostumbrado a perder. O a que le dijeran un NO, pero con otras palabras.

Quito su cara impactada, y la cambio a una sonrisa.

-Entonces, si ninguno va a ceder, te voy a dar un trato, que tal si comemos mitad y mitad.-

Lo medité durante unos segundos y asentí.

El me pasó la mitad del pan, y se paró rápidamente.

-No estoy acostumbrado a socializar con personas, pero esto fue un verdadero descubrimiento, que volveré a repetir, adiós chica del parque.-

Cuando dijo esas palabras a mi me costaba responder y cuando se estaba alejando reaccione, y respondí.

-¡Adiós chico del traje!-Y con eso terminó nuestra rara conversación del sándwich.

J.J Smith
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