Melodía de Desolación

1. Llave de Fa

Por fin llegó la hora en que la muerte tomará su papel como director del final de los tiempos.

Sabe que tiene que hacer de esta actuación, una obra espectacular, digna de ser recordada durante el desquiciante y limitado tiempo que la memoria lo permita.

Cielos e infiernos se han reunido solo para contemplar, maravillados y aterrados, el acto final de la obra maestra titulada "Vida" que se le ha encomendado a la muerte finalizar magistralmente.

Rápidamente con sus delgadas y largas manos, toma la batuta del destino y empieza a moverla de un lado a otro, haciendo que los demonios entonen sus coros, con la única finalidad de acompañar y embellecer las dulces notas que toca su hija, la pianista, que, en una muestra de su celestialmente diabólico, y maravillosamente cruel talento, ha compuesto especialmente para la ocación, una pieza musical titulada, la melodía de la muerte.

 Ahora, presionando las teclas de marfil negro, da inicio a la tonada que corona al el comienzo de este espectáculo. El comienzo del final.

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 Hola. ¿Cómo estás? Yo muy bien, sobre todo ahora que estoy contigo. Me llamo Melody, tengo 11 años y vivo en una casa enorme, cerca de la ciudad de Seattle. Y tú, eres un regalo de parte de papá. Mi propio diario digital, y además, mi nuevo mejor amigo. Pero no haz venido solo. Papá también me regaló una pequeña grabadora de voz. Es de la misma marca que tú, así que supongo que ustedes serían algo así como familiares.

¿Quieres saber como eres? Eres una tablet con una pantalla con una pantalla del tamaño de una libreta profesional. Tienes un lápiz táctil que justo ahora estoy usando para escribir en ti. También tienes un protector que usó para cubrirte, con él te cierro como si fueras un libro de verdad. Y por último, tienes una espalda negra. Mi papá dice que es para cargarte con energía solar. En esto se parece la grabadora a ti, ya que también se recarga con la luz del sol.

Pero tú, eres increible, tienes capacidad de guardar miles de notas y además tu batería tiene una duración asombrosa, o al menos eso ha dicho mi padre.

De seguro quieres saber porque estas aquí, verdad?

El doctor Seymur, un psicólogo, le dijo a papá que me ayudaría escribir un diario para superar la soledad y ciertos traumas. No se muy bien a que se refiere con la parte de los traumas, pero lo de la soledad lo entiendo perfectamente.

Papá no me deja salir para nada de casa. Incluso dejé de asistir a la escuela. Vivo retirada de los demás desde aquel incidente con el señor Clyde, en mi antigua escuela.

Tal vez te cuente la historia después, la verdad es que no es una muy bonita. ni agradable. y mucho menos, feliz.

Debo despedirme por ahora. Le prometí a papá que si me entregaba mi regalo hoy mismo, me dormiría temprano.

Éste es el día uno y son las 8:47 de la noche. ¿Cómo lo se? Puedo ver la hora en un pequeño reloj digital que tienes en la parte de arriba a la derecha. De verdad eres maravilloso.

Día 2. 3:24 pm

Hola. Te escribo porque ya se terminaron mis clases y quería contarte un poquito sobre como estuvo mi día. Aunque me encuentro algo somnolienta, ya que me costó trabajo dormir debido a la emoción. Hoy tuve un largo día con los maestros.

Llevó horas sentada en mi oficina, desde las 6:30 de la mañana solo para que te des una idea. Y, aunque los tutores que papá trae son los mejores que puede haber según lo que le escucho decir, siguen siendo aburridos, bastante aburridos.

Sabes una cosa? Extraño mucho ir a la escuela, pero no pienses que por las clases, sino por mis amigas. Las clases y muchas otras cosas son menos pesadas con amigos cerca.