Parte única.

19.5K 2K 130
                                    

La niña del departamento de educación general tocó dos veces al timbre de aquella casa que tantas veces había visitado, y la mujer rubia de cabello alborotado le abrió la puerta como muchas otras veces, pero había algo distinto en el aire. Le dedicó una débil sonrisa y la invitó a pasar, "Katsuki está en su habitación" dijo finalmente, luego de intercambiar un par de palabras, tales como lo que habías hecho esos días que no se vieron, o cómo estaba tu mamá, no porque padeciera alguna enfermedad ni nada, sólo por curiosidad. 

Subió las escaleras rápidamente, y como si aquella fuera su casa, abrió la puerta de la habitación de su novio—. Buenas tardes—saludó a la oscuridad, las cortinas estaban cerradas y no entraba una gota de luz, estaba segura de que el muchacho era ese bulto oculto debajo de las sábanas. Cerró la puerta detrás de ella y se acercó a la cama, no detectó movimiento—, hola —saludó sentándose en la cama, el silencio se mantuvo. Suspiró, él se dedicaba a ir a la escuela, entrenar un poco y dormir, había adoptado una aburrida rutina, y ella sabía porqué. Desde que lo habían secuestrado y pasó toda aquella movida en la que quedó como la dama en apuros, se podría decir que entró en una pequeña depresión, no estaba triste, pero la impotencia y rabia eran demasiado grandes como para lidiar con ellas sólo, pero vamos, hablábamos de Bakugo, se negaba a ser ayudado por nadie. 

La muchacha notó como el bulto se movía más hacia un lado, haciéndole lugar en la cama. Sonrió y luego de quitarse su abrigo y la falda se metió en la cama, sintiendo la piel del muchacho erizarse al entrar en contacto con sus frías piernas. Él le daba la espalda, por lo que aprovechó para encerrarlo en un abrazo casi maternal, a diferencia de los que él le daba, no era posesivo ni pasional, sino más bien cálido y agradable. Pasó una de sus piernas entre las de él, buscando su calor mientras una de sus manos le acariciaba el brazo, y la otra, le proporcionaba caricias en la cabeza, jugando con sus cabellos, bajando hasta su nunca y paseando su dedo sobre su oreja cada tanto—. Te extrañé mucho... Me tienes abandonada —se atrevió a hablar, desde que había vuelto a su casa tras haber pasado por tanto, no la había visitado y al ser de cursos distintos y no compartir edificios no existía la posibilidad de cruzarse en el colegio—. No estoy molesta, para nada...—su voz era suave, hablaba en un susurro—, quiero que sepas que no es tu culpa el no poder con todo... Y que si no te sientes conforme, ésta no es la forma de afrontarlo... Debes esforzarte más, tú puedes ser el número uno si quieres... Pero es obvio que todo eso que podría decirte ya lo sabes, que eres genial y tienes una capacidad envidiable... Pero, Katsuki, aunque no la tuvieras, seguirías siendo genial para mí —plantó un beso en su cabeza y se apegó más a él—. Estaba preocupada... Y lo sigo estando, para ser honesta... Dudo que vayas a admitir que estás mal y enojado, pero deberías saber que estoy aquí para tí, aunque sólo pueda abrazarte fuerte y decirte lo mucho que te quiero —sentía como la respiración del chico se volvía irregular, sabía que estaba llorando, llorando por no ser suficiente, frustrado por no haber podido sólo, pero decidió dejar de hablar y abrazarlo con fuerza durante un largo rato. 

No sabía con exactitud el tiempo que había pasado, pero sintió un movimiento que la obligó a abandonar sus pensamientos, puesto que Katsuki se estaba volteando para abrazarla con fuerza, apoyando su mentón en la cabeza de ella.
— No entiendo qué hice para merecerte —su voz era áspera, era la primera vez que hablaba en un tiempo—. Gracias —se le escapó una risita burlona, el gran Bakugo Katsuki siendo cursi con su linda novia, él gruñó en respuesta y ella se separó un poco para darle un corto beso en la línea del mentón. 

— Te besaría, pero apuesto a que tienes aliento de dragón luego de haber estado durmiendo por tanto tiempo —bromeó logrando sacacarle una ronca risa.
Y así estaban las cosas, así quería que se mantuvieran infinitamente, tenerla cerca, tener su compresión y el cariño, tener a alguien con la capacidad de tolerar sus malos humores y subirle un poquito la tolerancia. No sabía cómo había caído tan bajo, cómo se había enamorado, pero todo lo que podía decir al respecto era que le encantaba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 06, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Bakugo x Lectora [BnHA] (One shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora