"Sé mi pareja de baile"

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Era ahora o nunca.

-¡Señora Fontaine!—Mostro su mejor sonrisa.

La mujer de cabellos rubios dejo de ver a sus estudiantes y prestó total atención al chico que acaba de ingresar a su clase. No todos los días tenías la presencia del señor popular en la clase de danza y menos con aquella sonrisa coqueta. Ese mocoso quería algo y la señora estaba dispuesto a dárselo a cambio de un favor.

-¿A qué se debe tu hermosa presencia?—Escucho los chillidos de sus alumnas, quienes dejaron de ensayar para prestar atención al chico Taisho

Inuyasha inclino su cabeza y sonrió. Eso basto para que la mujer cayera rendida a sus pies.

...

Kagome caminaba por los pasillos para su próxima clase. Odiaba química, incluso estaba a punto de reprobar pero lo peor de todo era que Taisho asistía a la misma clase y siempre la molestaba con sus pendejadas. Lo podía ignorar, incluso lo hacía, pero cada vez más era imposible hacerlo y eso le frustraba.

-¡Kagome!—La voz de sus pesadillas se escuchó, camino más de prisa. — ¡Espera, Kagome!

Choco contra un chico y cayó de pompas. Pudo sentir sus mejillas arder de la vergüenza, se levantó torpemente y se disculpó por su distracción, pero la persona ya se había ido.

-Mierda, ¿estás bien? –Inuyasha reviso cada detalle de su cuerpo, no quería verla lastimada. —Ese chico debió ayudarte.

"Nota mental: Golpear a un bastardo"

Kagome lo ignoro de nuevo y camino.

Justo en el corazón del chico. Pero no se rindió y dio saltitos hasta llegas a ella de nuevo, en serio le encantaba su forma de ser. No lo podía evitar, simplemente es un idiota enamorado de una chica que lo ignorara el resto del años pero está bien para él.

Los dos caminaron sin decir palabra, aunque no era necesario y no era nada incómodo. Incluso Inuyasha tuvo tiempo para observar el perfil de la chica que le robaba los suspiros.

-Taisho. —La maestra de danza detuvo a la pareja, los dos voltearon para observar mejor a la mujer. —Te espero a las cinco en la clase, no llegues tarde.

-Sí, señora. —Hizo un saludo como de soldado y sonrió.

La maestra se despidió y siguió su camino, pero en su interior se reía de la expresión de su alumna favorita. Ella lanzo la bomba y no quería estar presente cuando la pequeña dama hiciera el desastre.

-Tú. —La chica le dio un golpe en el hombro a su compañero. —Hijo de perra.

-¿Dices groserías?—Se llevó una mano al pecho. —Eso duele.

-¡¿Por qué rayos estas en la clase de danza, estúpido?!

-Duh. —El peli plateado sonrió. —Para ser tu pareja de baile.

Y así fue como Inuyasha Taisho llego a la clase con un ojo morado y lágrimas por ser rechazado...De nuevo.

Seré invisible por ellaWhere stories live. Discover now