Bad Boy, Innocent Girl

26: Papi

Capítulo Veintiséis: Papi.

Song Nih Nah

Sábado 13 de julio, 2013

—¿Qué quieren de mí? —pregunto con los ojos cerrados.

—¿Qué queremos de ti? —contrapone la voz de K. —Nada en especial, solo que sigas nuestros pasos, ya sabes... cumplir tu promesa...

Trago duro, tengo miedo, pensaba escapar y ahora todo de fue a borda, tengo los ojos tapados así que da igual si los abro o no, además de que parece estoy amarrada.

A comparación de cualquier rehén o víctima no tengo miedo de lo que puedan hacerme porque parte de mí sabe que ellos no pueden hacerme daño.

—¿Por qué yo? —pregunto nuevamente.

Siento que alguien arrastra una silla hasta colocarse frente a mí, arrancan la venda de mis ojos, pero no los abro.

—Abre los ojos, Nina —me pide la voz de Kalet.

Lentamente obedezco encontrando a mi "amigo" de rebeldía años atrás.

—Vamos a hablar y convencerte de que eres la única que puede casarse conmigo.

Trago duro. Tengo miedo, miedo, miedo, mucho miedo.

*

Domingo 13 de Octubre, 2013

—Entonces ahora irás a tu casa como si nada hubiera pasado, sonreirás como siempre y dirás que te vas a casar —dice Frank Jones en el auto mientras estacionan frente a mi casa en Daegu.

Suspiro pesadamente han pasado 3 meses sin comunicarme con nadie, han pasado 3 meses oscuros en donde lo único que hago en las noches es llorar y en los días fingir que soy fuerte.

—Vamos, Nina —me incita Frank. Me giro a verlo seria.

—¿También tengo que decir que me reencontré con mi familia verdadera? —cuestiono con ganas de verlo enojar, pero a cambio se acomoda en su asiento y sonríe de lado.

—Ellos siempre lo han sabido —presiono mi mandíbula con ganas de llorar otra vez.

—Era de esperarse —susurro a mi pesar.

Me mantengo observando la entrada de mi casa... 3 meses... aún no puedo acostumbrarme a esto; Al cómo voy vestida, a todas las cosas que descubrí en tan poco tiempo y el como he extrañado como loca a mi familia, a mi hijo e incluso a Jay, quien se supone ha sido solo una piedra en mi camino.

De pronto mientras Frank y yo miramos la puerta de mi casa, esta se abre mostrando que Jay sale de ella y no es solo lo que me sorprende, sino que además trae a Ryu en sus hombros riendo y conversando como si fueran...

—¡Papi! —grita Ryu haciendo que mi corazón se apriete. No lo puedo creer, no, no, no.

Tengo unas inmensas ganas de salir del auto, pero a cambio Frank me retiente y hace que el auto avance unas cuadras lejos de mi casa.

—No lo puedo creer —balbuceo. —¿Por qué? ¿Quién le dio el derecho? —estoy furiosa y si fuera por mí volvería a mi casa para golpear a Jay, como se atreve, ¿Por qué...?

—Cálmate —me dice Frank.

—¡Como mierda quieres que me calme si acabo de ver a mi hijo con quien pensé había sacado de mi vida y más encima ahora él cree que es su padre, por amor de dios, como quieres que me calme! —grito desesperada.