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Jeon Jungkook decide tomar un baño helado para bajar la temperatura que tiene desde la mañana. Talla con fuerza su fornido cuerpo color canela con aquel jabón con olor a chocolate. Aquellos mareos lo tenían completamente en un fastidio, detesta estar enfermo pues se siente inútil. Con un bote pequeño toma agua de la tina y la vierte sobre su espalda, un escalofrío le recorre pero está bien, porque es la única forma de calmar aquella temperatura.
Se viste lo más cómodo posible y una vez fuera del baño va directo a su habitación para tomar uno de sus abrigos. Toma las llaves de la pequeña mesa de madera y sale de su departamento hacía la farmacia.
Aún se siente mareado pero debe ser fuerte, debe comprara las pastillas para calmar sus síntomas. Se detiene por un segundo y recarga su mano en una pared a su lado, recupera el aliento y vuelve a caminar. Observa el semaforo marcar el rojo y sabe que debe pasar pues los autos se detienen, camina lentamente por aquella avenida sin darse cuenta que un auto se dirige a alta velocidad justo hasta él.
Jungkook no logra reaccionar a tiempo hasta que siente el fuerte impacto en su cuerpo, el dolor es insoportable y sus costillas comienzan a crujir. Cae con fuerza al piso dejando con él un charco de sangre. Con sus ultimas fuerzas observa como el conductor baja para ver si se encuentra bien y logra descifrar que aquel tipo se encuentra ebrio. Y lo ultimo que logra ver es al conductor subir a su auto y salir corriendo, mientras miles de personas se colocan a su alrededor, asustadas.
Entonces Jungkook cierra sus ojos, perdiendo la noción de la realidad.
☹
Abre los ojos y cree que ha estado en una horrible pesadilla, con la respiración agitada y miedo notorio. Pero sabe que todo es real cuando se da cuenta que está sentado en una camilla blanca, con una bata blanca y en una habitación blanca. Deduce que se trata de un hospital, entonces se levanta con cuidado y toma la ropa de una silla que se supone que debe ser suya.
Entra al baño pues tiene la necesidad de ir, y una vez que termina se observa en el espejo, pero se aleja rápidamente al notar que no tiene ni un solo rasguño o golpe en su rostro. Toca su cuerpo, descubriendo que no le duele en lo absoluto, y se confunde. Pues el recuerda perfectamente como aquel auto lo embistió dejándolo desangrado en el piso. No puede simplemente no tener ninguna marca.
Sale del baño y abre la puerta de la habitación, supone que son alrededor de las seis de la mañana, pues los pasillos están casi desolados y el personal a penas llega. Le intriga el hecho de que nadie lo mirase o le preguntara el porque está fuera de su habitación, deja pasar aquel asunto y camina con discreción directo a la salida.
