Capítulo 14

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Los siguientes días de escuela se pasaron bastante rápido y fueron muy normales. Hablaba poco con Elliot, pero todo marchaba bien. Por otro lado, no había vuelto a hablar con Max, sólo de repente lo veía en los pasillos, por suerte solo teníamos la clase de biología los martes.

Ya era viernes y me desperté con muchas ganas de quedarme en mi casa, pero no podía, tenía que entregar el trabajo de "La letra escarlata" para literatura. Así que me levanté más de a fuerzas que de ganas, me di una ducha de agua caliente, me puse un vestido casual de color negro, me hice una cola de caballo por lo alto de la cabeza, me maquillé lo más natural que pude y me puse unas botas negras con tacón.

Media hora después aparqué en el estacionamiento del campus y me adentré a mi escuela, dirigiéndome al salón de Historia.
La clase transcurrió normal y muy interesante, como siempre, me gustaba mucho esa materia, por lo que, estaba pensando seriamente en estudiar Antropología o algo por el estilo, pero aún no sabía, ni siquiera había pensado en la Universidad.

Llegó la hora del almuerzo y me senté junto a mis amigas, comenzamos a platicar de cosas triviales, hasta que Scarlett cambió el tema.

—¡Dios chicas! ¿Que creen?.—dijo con tono de emoción y esbozando una sonrisa.

—¿Qué?.—pregunté dándole un sorbo a mi jugo de naranja.

—Ayer por la noche salí con Robert y....¡Por fin me pidió que fuera su novia!.

—¡Estupendo! ¿Ya vez?...te lo dije Scarlett.—dije esbozando una sonrisa.

—¡Ya era hora!.—exclama Alisson.—¿Y tú Katherine?...¿Qué tal vas con Elliot?.—dice levantando una ceja.

Me encojo de hombros y suelto un suspiro.—Pues...bien, creo.

—¿Son novios?.—pregunta Scarlett.

—No...aún no y quién sabe si lleguemos a eso.—digo desviando la mirada y veo de reojo como mis amigas se miran entre sí dejando un incómodo silencio.

—Bueno bueno...siempre ¿si nos vas a acompañar a la fiesta de Alice?.—pregunta Ali cambiando radicalmente de tema.

—Yo creo que si.

—¡Perfecto!, tenemos que ir de compras la siguiente semana.

—¡Hay si! Acabo de ver un vestido súper lindo en Bershka.—dice Scarlett.

Alisson y Scarlett comienzan a platicar de ropa pero yo no le pongo atención a la conversación. Desvió la mirada en busca de Elliot, pero solo logro ver a Sherry, Mike y Aaron platicando en una mesa cercana a la de nosotras.

Termina la hora del almuerzo, me despido de mis amigas y me dirijo a mi casillero para sacar algunos libros que me servirán para mi otras clases.

—¡Hola!.

Cierro la puerta de mi casillero y veo a Robert.

—Hola Robert.—digo dedicándole una sonrisa.

—Oye.—veo como desvía la mirada al suelo.—¿Tienes algo que hacer esta tarde?.—su tono de voz lo delata, está nervioso.

—Nose...¿Porque?.—digo frunciendo el ceño.

—¿Quieres salir?.

Enseguida lo fulmino con la mirada y me cruzo de brazos.—Deberías dedicarte a tu novia en vez de andar invitando a otras chicas a salir.

—Pero es como amigos Katherine.—dice encogiéndose de hombros.

—No me parece correcto.—seguido de esto, giro sobre mis talones y me encamino hacia mi siguiente clase. Tal vez no estaba coqueteando conmigo, pero no pienso salir con él ahorita que anda con una de mis mejores amigas, no se me hace correcto y nunca hablamos mucho como para que ahorita quiera ser muy amigo mío.

El resto de las clases transcurren con naturalidad, excepto la última, Literatura. Durante toda la hora de esa clase me pregunto ¿Porqué no vino Elliot a la escuela? y me planteo varias posibles respuestas a mi pregunta, pero nada concreto. Me doy cuenta que me la paso pensando en él y no le presto mucha atención a la clase, solo sé que hablan del libro "la letra escarlata" y también del trabajo que entregamos, el cual valía la mitad de la calificación.

Llego como a las 2:00 de la tarde a mi casa y me relajo en el sofá de la sala leyendo mi libro favorito "Orgullo y Prejuicio". Después de darle unas hojeadas a las páginas, tocan el timbre de la casa. ¿Quién será?...no creo que sea mi mamá o Dylan, ellos tienen llaves.

Me levanto del sofá, recorro el pasillo, entreabro la puerta de la casa y abro los ojos como platos.

—Hola.—dice Max esbozando una sonrisa.

Dios, se ve tan guapo, lleva puesto un pantalón de mezclilla y una playera blanca pegada, la cual deja que se traspase su cuerpo marcado, pero...¿Qué está haciendo aquí?—Hola.—digo sacudiendo la cabeza.—¿Qué haces aquí?.

Veo cómo está a punto de reírse, pero se aguanta.—El proyecto...¿lo recuerdas?.

Cierto, no me acordaba que tenía que hacer el proyecto de biología con él.—¡Rayos!..disculpa.—digo llevándome una mano a la frente.

—¿No me vas a invitar a pasar?.—dice levantando una ceja.

No quiero, pero no tengo de otra.—Ah si...pasa.—digo haciéndome a un lado.

Camina adentrándose a mi casa y cierro la puerta detrás de mi.

—Siéntate....¿Quieres algo de tomar?...¿un café, jugó, agua?.

—No...gracias.—dice tomando asiento en el sillón de piel color café de mi casa.

Asiento con la cabeza.—Espérame.—digo girando sobre mis talones y subiendo las escaleras de camino a mi cuarto. Estaba buscando en mi mochila el libro y el cuaderno de biología. Cuando escucho el rechinado de la puerta de mi recámara.

Volteo sobresaltada y encuentro a Max recargado en el marco de la puerta.

—¿Qué haces?...te dije que esperaras abajo.—digo frunciendo el ceño.

—¿Te asuste?.—dice esbozando una sonrisa juguetona.

Pongo los ojos en blanco.

—Solo quería echar un vistazo.—hace una pequeña pausa.—Bonito cuarto.—dice mirando con detalle cada parte de la habitación.

Me encojo de hombros y me limito a no contestar eso. Comienzo a ponerme muy nerviosa de que él y yo estemos totalmente solos en mi recámara.

Me levanto de la cama con los cuadernos y libros entre mis brazos.—Okay...vamos, tenemos muchas cosas que hacer.

Seguido de eso bajamos las escaleras y nos sentamos en el sillón de la sala, manteniendo un poco de distancia.

Le comienzo a explicar los detalles de el proyecto, cuando noto que tiene una sonrisa en el rostro y hago una pequeña pausa en mi explicación.—¿Qué?.—le pregunto.

Sonríe aún más.—Eres muy bonita Katherine.

Abro los ojos como platos, siento como mis mejillas comienzan a calentarse y me muevo en el sillón incomoda. Se hace un silencio muy incómodo hasta que vuelve a hablar.

—¿Tienes novio?.

Rodeo los ojos.—¿Viniste a coquetearme o a hacer el proyecto?.

—Si te soy sincero...las dos cosas.—dice reprimiendo una sonrisa.

Pongo los ojos en blanco, pero me doy cuenta que se me dibuja una sonrisa en el rostro.—Okay..sigamos.

Mi Dulce Dolor [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora