Después de la práctica Kageyama y yo fuimos a mi casa. En todo el camino no me habló y lo notaba ruborizado.
Llegamos y lo primero que hizo Kageyama fue cerrar la puerta (no, otra vez no) estaba todo rojo.
Kageyama me agarró de la mano y fuimos a mi habitación. Él comenzó a besar mi cuello y de a pocos llegó mi boca (otra vez va a hacerlo, ¡no!.... Pero yo quiero esto... Me gusta) correspondí al beso que me dio.
Kageyama, mientras nos besábamos, siguió tocándome y a jugar con nuestras lenguas hasta el punto de que yo diera un leve gemido (¿desde cuándo me gustará tanto esto?) Mis gemidos se ahogaban en su boca.
Las frías manos de Kageyama llegaron a quitarme la ramera y bajaron a mi short, en eso escuché "Shouyo" con un tono muy sútil en mis oídos.
—Ka-kageyama...
En eso yo ya estaba solo en ropa interior.
—Kageyama... Espera... Y-yo también quiero que te sientas bien—. Dije eso muy ruborizado.
Le baje los pantalones junto con el boxer con algo de timidez y empezé a mamarle su miembro, en eso él empezó a dar pequeños gemidos mezclados con gruñidos. Agarró mi cabellera con brusquedad, pero, sin importarme que me doliera un poco, seguí con la labor y para ver si podía exitarlo más, le mordí el miembro.
Él me agarró y me beso en los labios y note que tenía una erección. Kageyama me dio la vuelta y me puso en cuatro (esto dolerá)
—Tobio e-espera.
Por más que le dijese a él no le importo y me lo metió (esto realmente duele mucho)
—¡A-ah! To-tobio du-ele.
Kageyama me agarró de las caderas y empezó a hacer un vaivén, gemía de placer y de dolor (duele pero también... De siente muy bien ) paso un rato en ese vaivén y Kageyama se corrió dentro de mí y se separó con la respiración agitada. Se hecho a mi costado, ambos estábamos muy cansados.
- Eso fu-fue estupendo regule mi respiración Tobio...
- ¿Si?
Le dio un escaso beso en la mejilla.
—Te quiero, Tobio.
Se lamió dos dedos y los metió en mi ano para prepararme, al comenzar no hizo eso y las otras veces tampoco lo había hecho.
—S-se siente raro... Tu-tus dedos a-ahi... —Empecé a gemir algo fuerte, me dio vergüenza y ahogué mis gemidos en la almohada.
Solté aquella almohada y mi cuerpo empezó a temblar por las penetraciones que hacía Kageyama con sus dedos. Después de rato se sienta y señala sus piernas. Me senté en sus piernas y entrelace mis brazos en su cuello; Kageyama mete su miembro en mi.
—Kage-yama...
—Ya es de noche, ¿eh? ¿Desde cuando habremos estado haciendo do esto?
—Creo que hace una hora.
—Ya deberíamos parar o... ¿quieres seguir haciéndolo?— Dijo eso último con un tono muy provocativo.
Asentí sonrojado.
—Podré quedarme un poco más... Si quiere seguir.
Volví a asentir.
Kageyama me acómoda en la cama, sentí algo de miedo porque sabía lo que iba a hacer y dolería. Él lo hace con brusquedad.
—¿Tienes miedo? Estas temblando
—Un poco, sé que dolerá pero también... Sé que no harías nada que me lastimara... Bueno al menos esto no mucho.
—Si quieres podemos dejarlo y seguí mañana o otro día.
—Mmm esta bien, entonces mañana. También estoy algo cansado—. Lo dije algo desanimado
Kageyama se comenzó a alistar.
—Nos vendo mañana entonces Hinata. Hoy tuvimos práctica y en realidad yo también estoy algo cansado.
—Y... ¿no te puedes quedar a dormir?
—¿Y tus padres?
—Están en Tokio a visitar a algún familiar junto con Natsu y yo yo fui porque tenías prácticas.
Abrace a Tobio por detrás.
—Quédate porfavor—. Lo abracé aún más fuerte—. No te soltaré hasta que digas que si
—Si me quedo muchas cosas podrían pasar...
—Sé que no harás nada malo, yo solo quiero estar contigo.
Me dio un beso en los labios y correspondí.
—Nos vemos mañana.
—Hasta mañana bakeyama—. Me puse de puntillas y le devolví el beso que me dio.
Abrió la puerta de mi habitación y lo vi alejarse y desvanecerse en la oscuridad. Me tiré en mi cama, me dejó con algo de ganas y me di cuenta de que había olvidado de su casaca, me lo puse y me quedaba enorme; me acurrucó en mi cama con su casaca y me quedé dormido.
°°°
En la sala Kageyama revisaba si no se olvidaba nada y se dio cuenta que no estaba su casaca. Fue a la habitación de Hinata y noto que él estaba durmiendo con su abrigo.
Tobio se queda mirandolo y se sienta en la orilla de la cama. Pasó un buen rato y vio que era demasiado tarde y se acomoda en la cama de Hinata y lo abraza... Y se queda durmiendo junto a él.
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