El Sabio De Las Tortugas

Prólogo

En un camino, viejo y olvidado, un joven de piel blanca, y pelo oscuro, nombrado bajo el nombre de Minarai, camina en el.
Con un bolso de cuero viejo y un palo de Roble resistente, viaja.

Pero, ¿Porque?

Minarai fue enviado a recibir consejo de el Sabio De Las Tortugas, que según varios, era sólo un viejo loco que vivía en las montañas, que alguna vez daba buenos consejos.
El Sabio De Las Tortugas fue alguna vez también un gran estratega, y un maestro digno de menciones. Pero, sus pensamientos eran controversiales y polémicos. Y fue exiliado a un viejo templo entre las cordilleras Kodoku.

Y entonces, ¿Porque Minarai fue mandado allí?

Minarai padecía una enfermedad que nunca su pueblo natal había visto, y ya que ni los sabios lo saben. Y una manera de evitar la supuesta propagación de la enfermedad, lo exiliaron, y le pidieron que visitara al viejo Sabio.

Las leyendas relataban que solo los corazones puros podían salir vivos del camino de las Cordilleras Kodoku. Asi fue como cualquiera que intentara consultar al viejo Sabio muriera en el intento.

—No tengo nada que perder, fui exiliado, tengo frío y hambre. —Se repetía en su mente.

Y pensando, eso cayo seco, muerto del agotamiento fisico, en la fría nieve.

Minarai era una persona determinada, que no se rendía fácilmente, el intentaba seguir caminando, pero solo se arrastraba.
Pero, repentinamente, una gran sombra se aproxima, lo cubre con unas grandes ropas de lana, y lo sostiene en sus brazos, mientras lo lleva a las Cordilleras.
Minarai tenía un presentimiento de que ese iba a ser su fin, asi que se quedo quieto, y se durmio.

Al cabo de unas horas, Minarai despierta en una cama, en una sala con unas lámparas de papel antiguas. Intento levantarse pero sus piernas no lograban estabilidad, asi que se arrastro todo el camino hacia la puerta, mientras la empujaba con su cabeza.

Logro abrir la puerta y se encontro con un corredor que se dirigia a otras salas.
Minarai llega a una sala cercana, y se encuentra con una sala con una mesa y 2 sillas, junto a un hombre sentado.

—¿¡Que hago aquí!? —Grito Minarai al hombre.

—Extraño que me pregunte eso, joven, ya que, después de todo, ¿Quien viajaria a estas cordilleras sin motivos aparentes? Digame, joven, ¿Porque esta aqui?— Respondio el hombre, con una cara de curiosidad.

—Vine a visitar... Al Sabio De Las Tortugas... ¡Quiero su consejo! —Dijo Minarai, con un gran espíritu.

El hombre tomaba un té de hierbas caliente, con un aroma intenso y agradable, y le ofreció a Minarai para que se sentara.

Minarai finalmente pudo caminar y se sento junto al Hombre.

—Usted sabe donde esta el Sabio, ¿Verdad?

—Dime, joven, ¿Con quien piensa que esta hablando? —Dijo el hombre con un tono de intriga.

—No se...

El hombre se retira de la mesa.

—¡Oye! ¡Espera!—Grito Minarai con aires de curiosidad.

—Sígueme.

El hombre fue a otra sala, que estaba llena de estantes con grandes pergaminos, y allí, sacó uno, que tenía y estaba sellado con el emblema de el pueblo natal de Minarai, y lo abrió.

—Espero que esto aclare tu mente. -Le dijo el hombre a Minarai.

—El pergamino de el exilio... Entonces tu eres el...

—Si, el Sabio De Las Tortugas.

—¿¡Y porqué no me lo dijo antes!? —Grito Minarai a el Sabio

El Sabio río y dijo —Quería dejarte intigrado.—

–¡Entonces sere tu discipulo! —Respondió Minarai con cara de sorprendido.

—Entonces sígueme y te enseñare algo, será como tu primera... Enseñanza

El Sabio y Minarai salieron de el templo, ya que la nevada habia bajado su intensidad, y se dirigieron a un valle soleado, y se sentaron bajo un arbol ambos.