Starlight (Luz De Las Estrellas)

Capítulo 7 Sasuke y Naruto: Nuestra vida

Me encontraba en mi cama más tranquilo por escuchar las palabras de Sakura. Gracias a ella el idiota de Sasuke podría regresar a trabajar al hospital. A pesar de todo Sasuke era mi mejor amigo, más que mi amigo, mi hermano de otra madre. Desde que tengo memoria hemos estado juntos en todo lo que hacemos. Recuerdo que desde que nuestros padres nos presentaron hemos sido bastante amigos. Aquella vez en kinder donde mi madre y la mía nos presentaron fue el momento de unión a nuestra amistad. Todo Kinder nos la pasamos haciendo enojar a nuestros padres por nuestras travesuras, recuerdo la cara se mi madre gritando y correteandonos por todo el patio de la casa. Los castigos que pasamos juntos por ser unos niños rebeldes y juguetones. Primaria donde fuimos niños felices y conocimos a Ino, nuestra mejor amiga. Ellos se llevaban muy bien y hablaban mucho sobre los famosos que yo no entendía muy bien. Fue también la época de nuestra primer consola, nos la pasábamos jugando Crash en la play, me gustaba como Sasuke gritaba como loco por perder una misión. Aún recuerdo a Itachi jugando con nosotros y riendo por nuestros gritos y enojos de perder. Itachi fue como mi hermano mayor, siempre me cuidaba y apoyaba en todo, le debo mucho a ese hombre; le debo el hombre que soy ahora. Entrar a secundaria la mejor experiencia de mi vida porque podía estar junto a mis mejores amigos Ino y Sasuke pero también conocería a la chica que me gustó Hinata.

Hinata una chica de cabellera azul, ojos claros y piel pálida, callada, tímida pero inteligente. Me gustó desde el primer momento en que la vi, sabía que era la chica de mis sueños. No tarde en hablarle y hacerla mi amiga, pero cometí un error muy grande y fue molestarla. Recuerdo que no sabía cómo decirle que me gustaba, lo único que hacía era hacerle cosquillas, reírme de ella, hablar de clases, mandarle vídeos de mi haciendo tonterías. Ahora entendía porque jamás le guste a ella, era tan inmaduro. Al contrario de Sasuke, era un hombre divertido, alegre pero inteligente y demostraba cuán hombre podía ser. Ambos también se la pasaban juntos, eran amigos y era normal pero no veía que tenían química.
Aún recuerdo esa tarde de febrero, corría el viento y su cabello rosaba contra mi cara, olía a fresa y mostraba una sonrisa bastante hermosa y cálida.

- Naruto, hoy por fin me declararé al chico que me gusta. -decía sonrojada-

- ¿De verdad? -dije sonrojado-

- Sí, Sasuke Uchiha es el niño que me gusta. -decía viendo al cielo- me gusta de verdad.

- Que tengas suerte. -le di una palmada en la espalda-

Recuerdo mi cobardía de salir corriendo con lágrimas en mis ojos, me dolía lo que había pasado, jamás me imaginé que le gustará a mi mejor amigo. No me molestaba en realidad me agradaba que se fijará en un gran hombre como lo es Sasuke. Aún recuerdo aquel dolor en mi pecho que se expandía en todo mi cuerpo. Y no conforme con mis sentimientos dañados vi la declaración de amor de Hinata a Sasuke, puede que a veces sea un masoquista. Desde ese momento cambio muchas cosas, Sasuke e Ino dejaron de hablarse mucho e Ino tomo la iniciativa de tener más amigos, conmigo Sasuke no salía mucho ya que estaba ocupado teniendo citas con ella y bueno yo al estar solo empecé a salir con chicas de la secundaria dándome cuenta que nadie podía llenar el horrible vacío. No conforme con el dolor que tenía busque aún más siendo el confidente de ambos, no tengo remedio. Hinata me contaba de los problemas que tenía con Sasuke por una mujer que le gustaba la cual era famosa, también que Sasuke a veces no se tomaba en serio su papel de novio y las quejas de Sasuke porque Hinata no le gustaban muchos de sus actos. Juro que hubo un momento en que quise hacer que terminarán ambos pero no quería perder a ninguno de los dos y si soportar el dolor me mantendría cerca soportaría aún más.

Mis padres siempre fueron buenos conmigo y me apoyaron en todo, ser hijo de un profesor no era muy fácil ya que Minato mi padre se la pasaba enojándose conmigo por mis notas bastante negativas. Mi mamá siempre fue una mujer bastante linda, jamás me quejé de ella pero admitía que me daba miedo su carácter tan cambiante. A pesar de todo yo tenía una vida feliz. Siempre fui amado y querido por mis padres, recuerdo que mis padres quisieron tener otro hijo pero el médico le dijo a mi madre que no podía tener más bebés por un problema médico que tenía. A pesar de eso mamá no se desánimo y para calmar el dolor que tenía ayudaba a niños que fueron abandonados por sus padres. Nos la pasábamos los sábados en la casa de adopción ayudando a los niños, fue cuando me decidí que quería ser médico pediatra para ayudar a los niños como si fueran el hermano o hermana que jamás tuve.