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Isaac extendió su mano hacia mí, yo acerqué la mía y él la tomó. Luego comenzamos a bailar, me hizo dar vueltas, giré, giré, giré y giré. Mientras giraba vi a Oliver bailando con Harper y después con Hazel.

Aparté la vista y me puse a bailar con Ámber.

—¿Cómo borrar a alguien de tu cabeza? arroba, ayuda —comenté lo suficientemente fuerte como para que me escuchara.

Ámber rio e hizo una mueca. Ambas nos encogimos de hombros.

—¿Qué tengo que hacer? —pregunté a la nada.

Ámber me hizo dar una vuelta y contestó:

—¿Darle celos? —propuso—. He leído en varios libros que eso ayuda para saber si alguien en verdad siente algo por ti.

Solté una carcajada. La idea no estaba tan descabellada, pero yo sabía que con Oliver no funcionaría. Por el simple hecho de que no se fijaba en mí.

Estoy segura de que Hazel o Isaac, alguno de ellos, le dijo a Oliver que gustaba de él. De no ser por eso, quizás... tendría alguna oportunidad.

Negué con la cabeza.

—Solo debo olvidarlo —solté en un suspiro.

Dejamos de bailar, nos sentamos y bebimos un poco de Coca Cola. Entonces Ámber se inclinó hacia mí y susurró.

—Isaac me contó que ya no le gusta Harper, o sea le parece linda, pero ya no le gusta. Fue algo pasajero —contó mientras movía las manos.

Apreté mis labios.

—Supongo que eso pasó por el cambio de actitud de Harper hacia él. Yo en cambio, a pesar de saberlo me he comportado de la misma forma —comenté y bebí otro sorbo de mi bebida.

Ámber concordó.

Miré hacia el infinito. Un rato más tarde se acercaron Matthew y Thomas, dos amigos inseparables que de vez en cuando hablaban con nosotras. Nos preguntaron si queríamos bailar y aceptamos.

. . .

Punto de vista de Isaac

Llegué a mi casa después de la fiesta de Flo y me desplomé en mi cama. Me sentía arruinado, como siempre luego de estar tanto tiempo bailando.

Sonreí como un tonto con los ojos cerrados.

Aún recordaba cuando bailé con Elena. Ella traía un vestido negro ajustado y tenía puesto un labial fucsia intenso que hacía que no dejara de mirar sus labios, pero su mirada era triste o neutra, no sabía cómo describirlo. De vez en cuándo soltaba alguna pequeña sonrisa cuando bailábamos, pero se notaba en sus ojos que no estaba del todo bien.

Me pase las manos por los ojos.

Idiota, idiota, idiota.

Me debe odiar. Debe pensar que yo fui quien le dijo al imbécil de Oliver que a ella le gustaba, cuando en realidad... fue Hazel.

Debí haberle advertido que haría eso. Pero... en realidad no quería.

. . .

Punto de vista de Elena

Me senté en mi cama como un indio y comencé a hacer mi tarea de matemáticas, aunque cada vez que leía los ejercicios sentía que se me explotaba el cerebro. Decidí pedirle ayuda a Harper con algunos, ya que a ella se le daba bien esta materia. Hice algunos y decidí parar un rato para que mi cerebro descansara. Las matemáticas me daban dolor de cabeza y aún más si no entendía algo.

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