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ATENCIÓN: PARA LEER ESTE CAPÍTULO DEBES DE, SÍ O SÍ, LEER MI OBRA ANTERIOR LLAMADA "ADÁN Y ESTEBAN". DE NO SER ASÍ ES POSIBLE QUE SE TE DIFICULTE COMPRENDER DE QUÉ VA ESTE CAPÍTULO. AÚN ASÍ, SI DESEAS LEERLA, NO ME ENOJO, IGUAL, AL AVANZAR LA HISTORIA, SE DESPEGARÁ DE MI OBRA ANTERIOR.
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"(...)Cuando ya estaban por cerrar el negocio, aparecieron de último momento unos clientes, una familia completa. La política del lugar decía que se debía atender a todo el que llegara así que, Emiliano, de inmediato fue a tomar la orden... cuando llegó a la mesa se encontró con un par de ojos azules de los cuales quedó prendido de inmediato y, que a partir de ese momento, no volverían a salir de su mente ni de su corazón nunca más..."
—¡Buenas noches! ¡sean bienvenidos al Jardín del Edén! Mi nombre es Emiliano y yo los atenderé esta noche —dijo después de despabilarse la cara de bobo que tenía.
—Buenas noches, muchacho —respondió el que parecía ser el padre de la familia—. Sabes, no somos de por aquí, andamos únicamente de pasada, pero por estos rumbos no hay quien no hable acerca de este lugar, nos ganó la curiosidad y decidimos comprobar por nosotros mismos si la comida que aquí sirven está a la altura de su fama.
—De eso no tenga la menor duda, señor. Nuestro chef, mi padre, es el mejor chef de este país —les entregó a todos el menú. Del rostro al que pertenecían aquellos ojos azules que le habían encantado recibió una sonrisa que lo hizo sonrojar.
—Ya veremos. Nos puedes regalar unos minutos para decidir que es lo que vamos a ordenar, por favor.
—Sí, por supuesto. Regresó después —se retira.
—Me tienes impresionado: ¡quién diría que podrías ser un mesero tan servicial! —Esteban le dijo en broma.
—Solo estoy tratando de hacer un buen trabajo —volteó la boca de lado.
—Tiene unos muy bonitos ojos, ¿no te parece? —remató Esteban y se fue.
Quince minutos esperó Emiliano antes de regresar a la mesa de los últimos comensales y tomarles la orden. Inmediatamente después de hacerlo fue a la cocina para entregarle la orden a Adán, quien se encontraba en compañía de Esteban.
—Chiquito, soy solo yo o Emiliano parece un tanto emocionado.
—Tal parece que se encontró con alguien que lo ha hecho emocionarse.
—¿De quién hablas?
—De esa persona —Esteban señaló con el dedo hacia aquella mesa.
—Qué lindos ojos tiene... no tan lindos como los tuyos, pero si bonitos.
—En lugar de andar echando flores, mejor ayuda a tu hijo y prepara rápido lo que te ordenaron. Algo me dice que esta noche pasará algo especial.
En cuanto la comida estuvo lista, Emiliano, la llevó a los clientes. Mientras servía a cada uno su plato, por más que lo intentaba, no lograba de, a momentos, observar a esa persona. Lo mejor de todo era que esa persona también lo veía con insistencia a él. Cuando aquellos clientes terminaron de cenar, el jefe de familia le hizo señas con la mano a Emiliano para que les llevara la cuenta.
—Muchacho, tuviste razón ¡la cena estuvo deliciosa! Hemos quedado gratamente complacidos y ten por seguro que recomendaremos este lugar a nuestros conocidos.
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Emiliano: Mi camino para ser feliz
Romance¿Qué ocurre cuando un homofóbico se descubre homosexual? Spin-off de Adán y Esteban (Es fundamental leer Adán y Esteban) La historia cuenta que ocurrió con Emiliano después de aquella noche en la que se encontró con un par de ojos azules que lo ena...