blasfemia ─ m.yoongi [ft. k.taehyung]

006.

La pluma pesaba en su palma y el hedor se hacía insoportable. Tenía un recordatorio constante de lo que planeaba hacer, no era como si tuviera una segunda opción, aunque para ella, era una gran oportunidad como para dejarla pasar. Sólo necesitaba tiempo para considerar el resultado, o para caer en paz con la idea, como quiera que lo llamen. Lo cierto era que quería hacerlo. Yura sabía eso desde el momento en que descubrió la naturaleza del demonio.

Qué estúpida era. Se rió de sí misma. Pero ¿había algo más para ella? Tampoco había otra opción para Taehyung. Entonces, ¿qué iba a hacer aparte de hacer el trato?

Sólo termina con esto de una jodida vez.

Logró mover sus brazos hacia la pluma negra y la tocó. La sostuvo sin tener cuidado. Se deshará de ella así que ¿cuál es el punto? Pero no tenía ni idea de qué hacer con la pluma. ¿Romperla? ¿Soplar? ¿Quemarla?

¡Quémala!

El encendedor estaba frío en su mano y pesaba más de lo normal. Estaba siendo advertida. Cada objeto a su alrededor zumbaba con advertencia, y quizás anticipación. La casa estaba esperando su decisión, o tal vez para que ella lo hiciera realidad. Antes de que su dedo pudiera tocar la ruedecita y avivar la llama, sus delicadas manos comenzaron a sudar. Sabía que nunca iba a volver atrás después de esto. Sus manos se movieron por su cuenta y la distancia entre la pluma y la llama se acortó. No se dio cuenta cuando estaba demasiado cerca, sólo cuando la llama ardiente saltaba a la pluma y se extendía suavemente sobre ella, como si la acariciara. El hedor se sentía más pesado en su nariz e invadía sus pulmones. No podía quitar sus ojos de la pluma y por un momento pensó que no le importaría quemar su piel. De esta manera tendría la confirmación de que todavía estaba viva. Pero la llama se desvaneció en cuando alcanzó la base. No pasó nada. Miró la base de la pluma tratando de no estar decepcionada. Ni siquiera sabía lo que la esperaba; Lo que la esperaba... ¿Para que Taehyung se materializara justo al lado de ella?

- Llamaste.

No era una pregunta y la voz profunda y melosa asustó a Yura. Lo que quedaba de la pluma cayó de su mano y se dio la vuelta para emparejar la voz con la misma figura que recordaba. Algo surgió en ella; La esperanza de que esto no fuera todo un sueño.

El demonio... Yoongi estaba igual que la última vez. Misma ropa, los mismos cabellos blancos que rozaban ligeramente sus párpados, los mismos labios rosados y brillantes y la misma mirada oscura que lanzaba sobre Yura. Era como si se conocieran hace una hora... Su expresión era difícil de leer.

Pero lo que Yura no sabía era que Yoongi hervía bajo esa dulce fachada. Él sabía, que por el aura sin esperanza que emanaba de Yura -como un olor fuerte-, era un caso perdido y estaba desesperada, se aferraría a cualquier oportunidad.

Así que Yoongi no perdería esa oportunidad tampoco. No tenía ninguna vergüenza ni compasión, o como quisieras llamar tal característica humana. ¿Que esperabas? ¿Que él se enamorara de la pobre Yurita y le prometiera felicidad sin fin? Por favor... Yoongi pasaba de largo.

Yura no encontró las palabras correctas... si es que había alguna...

¡Joder!

¿Qué perdería ahora? Se volvió hacia Yoongi y esperó su siguiente movimiento. No sabía cómo funcionaba. Pensó que Yoongi podía leer su mente o algo así, entonces sabría lo que quería en primer lugar.

Pero Yoongi no tenía esa habilidad, sólo conocía las debilidades de la gente. También le gustaba verlos moverse ante sus ojos. Le gustó ver su confrontación interior. Ver a Yura no saber qué hacer era una delicia. Así que se recostó en el escritorio, cruzó sus brazos en su pecho y esperó. Estaba curioso acerca de ésta chica.