My Sweet Bunny

Príncipe Rana

Como era costumbre todos los días a la misma hora, el equipo de basquet de la universidad se daba cita en el área deportiva de la institución para entrenar.

Y como todos los días a las 7 de la mañana un joven rubio y mirada avellana entraba a la escuela sin importar que sus clases comenzaran tres horas más tarde, para sus amigos no era de extrañar que el menor fuera más temprano a la universidad, según ellos el rubio llegaba más temprano para poder practicar sus coreografías, pero estaban totalmente equivocados, si bien al principio esa era la idea pero todo cambio cuando unos grandes ojos se posaron en él.

FlashBack

Un joven de melena larga y color rubio corría por las calles de la agitada capital de Corea, Seúl, se le hacía tarde para llegar a sus ensayos, era como un ritual para él, ensayar hasta que dominara a la perfección cada uno de los pasos y movimientos que requiere la coreografía que estaba aprendiendo, por esa razón siempre llegaba más temprano al salón de ensayo de su universidad y se la pasaba ensayando alrededor de dos horas antes de entrar a clases.

Pero ese día se le había hecho tarde todo por develarse la noche anterior, pero como podría decirla a la diva de su Umma que tenía sueño y tenía que levantarse temprano para poder ensayar, Key estaba de lo más feliz contándole cosas demasiado vergonzosas como para repetirlas otra vez, a veces se preguntaba cómo es que su amigo no sentía ninguna pizca de vergüenza al ventilar las cosas que hacía con su novio JongHyun.

Se sacudió la cabeza ante la imagen nada púdica que se pasó por su mente, el hablar demasiado con KiBum le afectaba, tomo un poco más de fuerza y acelero su paso, sus piernas dolían, y su espalda ardía por el poco oxigeno que entraba a sus pulmones.

Corrió un poco más y su rostro se ilumino cuando por fin pudo ver la entrada de su facultad, sonrió para si mismo, y se ha dentro a la universidad, conforme avanzaba iba disminuyendo la velocidad de sus pasos, y a regularizar sus respiración, llego a la puerta de su salón y corrió la puerta, dejo sus pertenencias en el pido mientras se recogía el cabello y lo ataba en una coleta, fue hacia su locker y saco sus pertenencias, se cambió y una vez listo, se colocó los audífonos y le dio play a su mp3.

La música lo envolvía, y su cuerpo comenzó solo a moverse, creando una nueva rutina, haciendo pasos más complicados cada vez, cerró los ojos y se dejó llevar, solo sintiendo la música, su cuerpo era una herramienta para darle forma a las notas musicales.

Una vez que la canción termino, su cuerpo se detuvo también, la música y su cuerpo estaban sincronizados como uno.

Una vez que estuvo hecho el calentamiento, puso la música correspondiente a la coreografía que necesitaba aprenderse, el sonido inicio y su cuerpo comenzó a moverse, recordando los pasos y movimientos como si estuvieran grabados en sus músculos.

Realizo la rutina una y otra vez hasta que los músculos resentidos comenzaron a doler, avisándole que por el día de hoy era suficiente, la música de detuvo y el igual, puso una canción más lenta y comenzó a estirarse, descansando sus piernas y brazos, una vez la rutina de relajación termino, salió del salón de prácticas hacia las duchas, se soltó el cabello y seco el sudor de su frente.

Se tomo su tiempo en disfrutar del agua tibia relajando su cuerpo y olor del jabón inundando sus fosas nasales, cuando se dio cuenta ya se le estaba haciendo tarde para ir a su clase, así que salió rápido, se secó el cuerpo y se puso los calzoncillos y el pantalón negro entubado, era en esas ocasiones cuando odiaba esos pantalones, el poder meterse los benditos pantalones le quito al menos unos minutos valiosos de su tiempo, se puso la camisa blanca, y dejo los tirantes sueltos, no le dio tiempo secar sus cabello ni abrochar su camisa, tomo su mochila y una vez más en el día salió corriendo.