Dos días después:
–Grandioso ahora estoy enfermo, te maldigo consciencia–
–No me metas en esto–Me sentía terrible, mi cabeza dolía, estaba débil y seguía empeorando. Necesitaba ayuda así que le pedí a Jake que viniera, como siempre tarde estaba horas tarde. Entonces escuche el timbre, a duras penas llegue a la puerta.
–¡¡Llegas tarde bastardo!!– abrí la puerta tratando de no caerme.
–Esa no es forma de tratar a una dama– oh mierda... ¡¡Jake eres un maldito infeliz!!
–¿A-Anahy?– perfecto, ahora alucinaba cosas, ¿verdad?, Por favor que esté alucinando....
Mi visión se torno obscura lentamente, entonces me desmaye.
–Bell... Tu... Me gustas...– dijo mientras me abrazaba, era cálida, sus mejillas estaban tiernamente ruborizadas.
–¿E-EH? ¿Yo?– no podía comprenderlo, ¿yo le gustaba?, mas importante, ¿ella me gustaba?.
–Si, tu idiota...– de una forma dulce y cariñosa a diferencia de otras veces susurró en mi oído.
Lentamente se acercó mas a mi rostro con la intención de besarme.
–¡Despierta idiota durmiente!– gritó Anahy a mi lado
–¿E-EH? ¿A-Anahy?– me levanté de golpe
–¿Quién mas idiota?– rodó los ojos.
–Bueno yo esperaba a Jake... ¿Qué haces aquí?–
–Ese inútil me dijo que viniera en su lugar– parecía molesta
–Maldito bastardo...– pensé. –¿Me desmayé?–
–Si y te tuve que traer a rastras hasta aquí, eres mas pesado de lo que pareces, ¿sabes?–
Gracias a dios fue un sueño...
–¿Te gustó mi sorpresa inútil?– escuche en mi cabeza
–No, maldito infeliz, ahora no podre verla a los ojos– grite al aire olvidándome de que estaba Anahy a mi lado
–Consciencia: 1, Idiota: 2––¿A quien le dices maldito infeliz?, Idiota– sonreía de una forma algo aterradora.
–Emmmm ¿A mi consciencia?– no sabía si me golpearía o reiría.
–¿Desde cuando estás alucinando?– dijo seria
–Ni idea– le seguí la corriente, era mejor a que me tachara de loco
–Como sea... Te traje un bote de helado– ¿estas bromeando?
–No puedo comer eso tonta– tenia una sonrisa burlona
–La intención es lo que cuenta, ¿no?– sin pensarlo dos veces abrió el helado y se dispuso a comerlo
–¡Eres cruel!, ¿lo sabes?– ignorando mi comentario siguió comiendo. Solo podía verla, se veía feliz, en la comisura de su boca tenia algo de chocolate, no podía dejar de verlo.
–¿Qué me miras idiota?– mierda, se dio cuenta
Es hora de la venganza, me dije a mi mismo.
–Nada, solo pienso que es tierna tu aniñada forma de ser– Sonreí de la forma mas inocente que pude.
–¿Seguro?, Entonces, ¿porqué tenias cara de lelo?, espera, así la tienes desde niño– no esperaba menos de ella.
–Bueno eso se debe a que no puedo dejar de ver esa linda cara tuya llena de chocolate– se quedó callada mientras miraba a otro lado.
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Todo es tu culpa (Editando)
Novela JuvenilBell es un chico que ha tenido un pasado difícil, su relación con sus padres en mala desde que era niño y esto lo ha vuelto desconfiado incluso de quienes son cercanos a el. Actualmente ha superado un poco su trauma por llamarlo así. Además ha desar...