Halfway - KihyunxReader *TERMINADA*

032: Comienzo del final

Kihyun está bien, él está saludable, o al menos eso le dio a entender con las pocas palabras que cruzaron cuando lo llamó, más bien a través de Christopher. Le dolía el alma estar de esta forma con él, un calvario... más que todo lo que estaba pasando.

- Te pido que dejes de pensar en mí, alguna vez me tocará sufrir y morir, no hagas esto más doloroso.

- Pero Kihyun, por favor... escúchate.

- Haz lo que debas hacer y vuelve para lo que tengas que volver. Nosotros nunca hemos sido algo, nunca lo seremos. Sigue tu camino que el mío lo terminarás luego.

Un nudo estaba en su garganta, no la dejaba tragar y dificultaba sus palabras.

- Me haces peor que todo esto, _______. Ya dejamos en claro cuando te fuiste, hace tres días... pensé que estarías bien y que no intentarías volver.

Ella podía jurar que en sus palabras había dolor, que no quería decirlas, pero las decía de igual forma.

- Te amo. –Ella suspiró–.

- Me gustaría decir lo mismo. –Tosió–. Cuídate.

Y cortó. Sin más, cortó.

Cerró los ojos como dejaba escapar una lágrima. Acarició las sábanas, las mismas sábanas en las que dormía Kihyun. No podía creer que había terminado algo que nunca empezó y dolía demasiado. Suspiró nuevamente y comenzó a llorar desesperadamente, se ahogaba en sus propias lágrimas.

Así es como se siente que te quiten lo que más has amado en tu vida. Eso lo sintió su abuela, su madre y ahora ella, todo por la familia Warden, ¿qué hacía que fueran tan imposibles? Quería salir de allí, arrancar, correr, el aire comenzó a hacer falta, aquel aire que Kihyun le daba tras cada beso, el aire que ella botaba a través de suspiros por cada abrazo. Ahogada. Ahogada en la soledad inmensa que provoca ese lugar. Comenzó a sentirse enferma, como una más de los que solían estar ahí. Enferma, sola, desquiciada.

Miró el techo para reprimir las lágrimas, un ardor naciente en su estómago se apoderó de su cuerpo, ya no era solamente la soledad, la angustia, era el odio, la rabia, la impotencia por seguir lo que estaba escrito y ya no. Ella no seguiría con eso.

- Si tengo que matar por ti, lo haré, Kihyun Warden. –Suspiró así como se decía para ella misma–.

Y ya estaba dispuesta a matar, a comenzar la venganza y hacer desaparecer lo que ha causado tanto daño por tanto tiempo.

*

De: Jooheon.

Ven a verme a la morgue.

Para: Jooheon.

Voy en camino.

*

Jooheon estaba caminando de un lado a otro entre las camillas de metal, encima de una de ellas, una bolsa negra. La expresión de él estaba seria, o más bien, serena pero por su andar estaba ansioso, no sentía miedo, si no ansias de que todo acabase lo más pronto posible.

- Me ha costado un mundo entrar, tuve que venir por la capilla. –Ella suspiró–. ¿Lo tienes?

- Completito. –Sonrió de lado–. Escuché a Jim y a Carterbury discutir...

- ¿Sobre qué?

- Acerca de ti, _______. Dicen que eres parte de los Harletts, o sea, Carterbury insiste en eso... Jim te ha defendido, ¿sabes? Creo que se hace el duro contigo solo para proteger a Kihyun.

- ¿Por qué lo hace? O sea, no tiene razón.

- Ustedes son la tercera generación y bueno, sus abuelos y padres no pudieron estar juntos...

- Jooheon, he terminado con Kihyun y prefiero pensar que lo hicimos solamente por nuestro bien, no quiero saber si hay algo macabro tras esto.

- Eso explica tus ojos tan hinchados y tu cara roja. Bueno, es un alivio que pienses de esa forma.

- Así que... -Ella suspiró–. Llevémonos esto y acabemos con esta mierda ya.

- Está bien. ¿Trajiste la mochila?

Ella asintió y se la tendió rápidamente a su amigo, pusieron la bolsa con sumo cuidado y salieron de allí antes de que alguien se diera cuenta, serían las seis de la tarde y a las seis con quince comienzan las rondas por el ala prohibida.

*

Moon rozó el brazo de Changkyun y éste se corrió de su lado. Frunció el ceño y se encaminó hacia el auto de manera silenciosa. Minhyuk acarició el hombro de ella diciéndole que no se preocupara, que se le pasaría en un momento. A Changkyun no le agradaba el hecho de que viajarían con un cadáver bajo sus pies.

La vuelta se hizo tediosa y silenciosa, no hubieron paradas y ya era día viernes, estaban a un par de horas de llegar a Nueva Orleans nuevamente, enfrentarse a la guerra final. Estaban mentalizados, no hablaban para no distraerse de sus pensamientos. Saber que habrían personas que caerían mientras que otros se levantaban. Moon estaba nerviosa, más por lo que se aproximaba y que vería la cara de Kihyun luego de cinco días de haber terminado.

Dentro de sus filas llevaban a tres personas más, Electra Borden, Oliver y Ash Gregory, ellos tres eran las personas, las últimas de cada familia, todos con sangre asesina entre sus venas, médica y asesina... sólo faltaba Sabrina y estaban todos juntos. Una de las cosas que más lamentaron fue el no llevarle flores a Sabrina a su tumba, ni hablar con su padre.

Moon habló con Christopher antes de entrar a Nueva Orleans, él le dijo que estaría en casa esperando por ella y luego él le daría las órdenes necesarias, pero los Hueso de Oro y Harletts estaban orgullosos y satisfechos por el trabajo hecho, más aún admirados por haber hecho que no estaba dentro de lo pedido: Buscar los huesos de Crawford. Ella no les aseguró nada, pero dio a entender que sabe dónde estaban. Es un secreto que los llevaba con ella, un secreto entre ella y Jooheon, el arma secreta.