La historia de una familia que está pasando una crisis y un malvado ser hará todo lo posible por atormentarlos. Lo único que tendrán son a ellos mismos y unos buenos momos.
Esta historia forma parte del Universo de Vagrama117.
Dedicado al grupo de "...
—¿Qué pasó?—dijo Wally mientras despertaba, eran las diez de la mañana.
—Llegaron los albañiles.
—Ehh...¿Qué? ¿Cuáles albañiles?
—Los que contrataron para la sala de confesiones.
—¡¿Qué?!
—Javi despertó muy temprano esta mañana y dijo que iba a darles la dirección para venir más tarde.
—P...pero—Wally se levantó y corrió hacia el cuarto con la caja fuerte, solo Wally y Douglas sabían el código para abrir la caja. Al abrir la puerta vio que la caja permanecía intacta pero cuando vio su interior, no quedaba tanto dinero. Alex llegó al cuarto. —Dime Alex, ¿cuándo abrió la caja fuerte, hizo los planos, contrató a un arquitecto...
—No se, pregúntale al narrador.
De hecho fue desde la última vez que mencionamos que intentaba abrirla. Ha pasado un mes desde aquello. Y nuevos miembros llegaron a Alfajor.
—¡No cambies de tema! ¿Cómo chingados logró Javi abrir la caja fuerte?
Oh fue más fácil de lo que parece. La última vez Javi se dio un respiro y recordó que Douglas sabía el código de la caja fuerte y le dijo que finalmente le diste permiso para hacer su sala de confesiones.
—¡¿Por qué no me dijiste?!
Mi trabajo es narrar lo que pasa con ustedes, agradece que no me pagan.
—Ya ya...¿dónde está Javi?
—En la entrada.—Contestó Alex.
—Voy para allá.
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Wally iba por el pasillo del segundo piso cuando vio a Douglas entrando al baño, Wally corrió hacia él mientras gritaba su nombre pero antes de llegar pasó al lado de las escaleras y chocó con una de los nuevos que llegaron el día anterior.
—Oh perdón no me fije—comentó Wally apenado mientras se levantaba y le extendía la mano a la otra persona.
—Oh no te preocupes.
—Tú eres Abby ¿no? de los que llegaron ayer.
—Así es—dijo Abby mientras se levantaba sujetándose de la mano de Wally.
—¿A dónde ibas?
—Oh, eh, ah, solo iba a tomar aire arriba, ¿y tú?
—Estaba alcanzando a Dou...
En ese momento salió Douglas del baño y volteó a ambos saludándolos.
—¡Ya me tengo que ir!—dijo Abby con un tono más alto como si Wally estuviera en el otro extremo del pasillo. Salió corriendo al tercer piso.
