Sheriff

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Quieres mucho a tu hijo, de eso no tienes duda alguna, sin embargo, no siempre le prestas mucha atención a lo que te dice.

Sabes que habla de Lydia y de como esta se veía hermosa con su nuevo vestido, sabes también que una vez que empieza a hablar de la alfa este no parara hasta que desaparezcas de casa para ir al trabajo. No le prestas mucha atención, solo sigues leyendo el periódico y asientes de vez en cuando, cuando este habla sobre Lydia y su cabello, Lydia y su olor, Lydia y su voz, Lydia y lo que sea.

Faltan menos de 10 minutos para que salgas de casa y vallas directo a la comisaria para empezar tu jornada, pero tu hijo sigue hablando de "la hermosa alfa Lydia" y no se calla hasta que le dices "Adiós" le das un beso en la frente y sales corriendo.

Amas a tu hijo, pero algunas veces (por no decir que siempre) no soportas sus charlas de "Lydia la hermosa y encantadora alfa".

El día siguiente es un poco de lo mismo, comienza a hablar primero de lo que han hecho Scott y él y de cómo el primero golpeo a un alfa imbécil que le grito que se callase por expresar su opinión sobre... no sabes exactamente sobre que, solo sabes que tu hijo suele expresa su opinión sobre muchas cosas, solo esperas que Scott no se haya metido en demasiados problemas.

Y como siempre, de la nada... tu hijo comienza a hablar sobre Lydia Martin y de lo bonita que es y de lo que ella ha hecho hoy. Suspiras con pesadez (sin que tu hijo te escuche, por supuesto) y revisas disimuladamente tu reloj de muñeca, solo para darte cuenta de que aún faltan horas para que puedas huir a tu trabajo. Sabes que te tocaran unas largas horas escuchando cosas sobre Lydia y resoplas (otra vez, sin que tu hijo se dé cuenta). Das gracias al cielo que es viernes y los dos días que vienen tu hijo no hablara de Lydia, pero maldices por la llegada del lunes y con ello otra charla sobre "la bella alfa".

Faltan más o menos 20 minutos para que tu turno comience, pero no lo soportas más y te excusas diciendo que hoy tienes algo extra que hacer te despides como siempre de él y sales, literalmente, volando de casa.

Los dos días siguientes son básicamente pacíficos, tu hijo no habla sobre Lydia y eso te agrada, aunque eso no evita que exprese su opinión sobre otros temas. Te da igual, mientras estos no tengan que ver con "Lydia Martin la hermosa alfa", aunque lloras internamente cuando recuerdas que esto no durara con la llegada del lunes.

Lo has decidido, fue duro, pero lo has decidido: ignorarás completamente a tu hijo en cuanto comience a hablar de Lydia el día lunes, le amas, sí, pero te cansa que solo hable de "Lydia, la alfa maravilla". Leerás un libro, fingirás que le escuchas completamente y solo asentirás y emitirás un simple "aja"  de tu parte cada cierto tiempo para que piense que le prestas atención. Te duele, pero ya no puedes más con esto.

El terrible lunes llega, en cuanto tu hijo abre la boca, tú bloqueas completamente su voz, "lo siento Stiles, pero no puedo más", te dices internamente.

Tu plan funciona muy bien, tu hijo no sospecha nada (o eso parece), y, además, el libro es interesante, más interesante de lo que esperabas. Tan interesante es que, para el jueves ya te has terminado todo el libro y te golpeas mentalmente porque te lo has terminado en medio de una de las "charlas" de tu hijo y ahora tu cerebro (tu bendito cerebro), ya no puede ignorar su voz.

— ...entonces Derek se molestó y le grito "idiota". ¿Sabes? No sé cómo...

¿Derek? ¿Quién demonios es Derek? Te preguntas con una ceja levantada, te has dado cuenta de que el limitado vocabulario de nombres que tiene tu hijo se ha agregado uno nuevo que, por lo visto, hoy ha remplazado al de Lydia. No te molesta en absoluto, es más, te encanta. Un día sin el nombre de Lydia no te hará ningún daño, ¿cierto?

Sheriff Stilinski {Sterek}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora