Parte única

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Baekhyun mantenía la vista fija en la figura de Chanyeol, este fumaba un cigarrillo sentado en el borde de la ventana de la habitación ubicada en el décimoquinto piso del edificio de departamentos que ambos compartía.

El alto no decía nada, solo se dedicaba a fumar un cigarrillo tras otro, con la mirada perdida en las estrellas de la noche de Seúl, sordo al barullo propio de la ciudad a esas horas.

El castaño solo estaba allí de pie, a unos pocos pasos de donde su novio se encontraba, pero el pelirrojo ni siquiera cruzaba miradas con él, como si lo ignorara, tal como venía haciendo en los últimos días.

Baekhyun no entendía por qué repentinamente el menor estaba actuando de esa forma con él.

Recordaba claramente como hace una semana, había regresado deshecho luego de pasar tres días en la ciudad vecina, en una jornada de capacitación sobre las últimas novedades en el manejo de las enfermedades respiratorias en niños.

Así es, había estudiado medicina, y como los niños eran su debilidad, había optado por especializarse en pediatría.

No se quejaba de su trabajo, lo había elegido porque le apasionaba, pero eso no menguaba el cansancio que le provocaba tantos viajes, o el hecho de estar necesitando constantemente actualizar sus conocimientos. Eso era un dolor en el trasero.

Ese día había conducido con la sola idea de llegar, caer rendido en su cama y tomar por fin un buen descanso, y así lo hizo.

Llegó ya cerca de la medianoche. Encontró el departamento que compartía con Chanyeol completamente a oscuras, y no se esperaba algo diferente. Después de todo, no tenía planeado llegar hasta el día siguiente, ya que había reservado una noche más de hotel. Pero la añoranza y la sola idea de pasar todo el día siguiente entre las sábanas con su gigante, fue demasiada tentación como para dejar pasar la oportunidad.

Así que volvió un día antes. Solo arrojó su maletín en algún lugar de camino a la habitación, sin molestarse siquiera en encender la luz. Se sabía el trayecto de memoria.

Entonces arrastró los pies mientras desabotonaba su camisa y se deshacía de sus pantalones. Se coló a la recámara, y sonrió al distinguir la espalda del más alto, subiendo y bajando lentamente con cada respiración profunda que el cuerpo durmiente daba.

Se metió bajo las sábanas y con un "estoy en casa" dicho en un susurro, y un dulce beso en la mejilla del contrario, se acomodó en su lado de la cama para al fin cerrar los ojos.

Sin embargo, el celular del alto sonó poco tiempo después. Baekhyun no recordaba exactamente a qué hora fue, pero el alto atendió la llamada con la voz ronca y rasposa, todavía medio dormido.

El castaño ni siquiera se molestó en abrir los ojos, demasiado exhausto como para interesarse por algo más que no fuera volver a dormir. Pero tras unos segundos la llamada finalizó, y el peso junto a él desapareció. Chanyeol se había levantado sin decir una palabra.

Baekhyun entreabrió los ojos extrañado cuando el alto ya se había puesto una remera y se echaba un abrigo al hombro.

Preguntó qué ocurría, pero el pelirrojo simplemente lo ignoró. Ni siquiera se detuvo a mirarlo o a explicar nada. Solo salió de la habitación y del departamento sin mirar atrás, dejando a un Baekhyun desconcertado y perplejo.

Aun así se tranquilizó a sí mismo, convenciéndose de que al volver, le aclararía todas sus dudas, pero Chanyeol no volvió al departamento hasta tres días después.

Baekhyun intentó contactarse con él en vano, y cuando volvió a ver a su novio, la actitud de este había cambiado completamente.

El primer día estuvo echado en el sillón todo el día, ignorando a Baekhyun cada vez que este le pedía explicaciones. Muchas veces el castaño se había encerrado en la habitación, frustrado tras no causar siquiera un cambio en la expresión del menor.

Aquí, contigo [Baekyeol/Chanbaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora