"No me rendiré"

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Hoy estaba decidido. Sí, ya sé que me rechaza todos los días e incluso me ha pateado más veces que en mis clases de karate—que tome apenas unas semanas—pero no me iba a rendir. Miroku me ayudo con un plan que no fallaría, mi corazón ya no podría con más rechazos.

-Pero necesito que me dejes de hablar. —Acomode mis revistas de por...Animales en mi mueble. —Necesito ser invisible en la escuela y tu presencia no ayuda.

-Este pendejo. —Bufo con molestia. —No puedo creer que sigo ayudándote en tu idiotez.

Kikyo nos observó desde la cama, bajo la revista de chicas que estaba leyendo y nos señaló molesta. —No necesito más problemas, par de idiotas.

Mi mejor amigo siguió quejándose de lo mal que estaba, pero deje de escuchar cuando pronuncio: "y su tinte de abuelito"

Me concentré en arreglar mi cabello, en serio era un desastre esta mañana. Mi ropa estaba lista, igual que mi técnica de seducción, lo único que faltaba era separarme por completo de mis amigos y ser un nerd por completo, sin embargo algo en mi estómago se revolvió cuando pensé en dejarles de hablar.

-Chicos. —Me rasque la nuca, incómodo. —Lo siento.

Los dos dejaron de pelear y me miraron atentos, Miroku fue quien me pregunto que sucedía y notaba su preocupación de inmediato, me sentí como una verdadera basura antes sus ojos.

-Perdón por dejarlos atrás.

-Oh, cariño. —Mi amiga se levantó y me abrazo. —No lo sientas, todos somos idiotas por amor.

-Pe-Pero. —Empecé a llorar como la nena que soy. —No-No quiero dejarlos atrás.

-Estas pendejo, lo sabemos. —Miroku también se acercó a mí y me abrazo.

Nos quedamos en esa posición por minutos, hasta que mi amigo de cabello castaño se echó un pedo y culpo a Kikyo.

...

Cuando ingrese a la escuela, lo primero que hice fue correr para buscar a Kagome, quien caminaba con su amiga. Me mordí mi labio inferior y me detuve a unos metros; podía apreciar su linda imagen, con aquel cabello azabache corto, sus piernas lindas y su andar sencillo. Todo en ella me parecía tan bonito, que podía morir de ternura.

-¡Kagome!—Grite y comencé a agitar mi mano en el aire. Ella volteo y me dio una pequeña sonrisa para seguir caminando.

-Eso fue duro. —Miroku me dio una palmada en mi espalda. —No te pongas triste.

-¡Oh dios!—Comencé a brincar. — ¡¿Lo viste?!

-¿Tu rechazo?

Negué con la cabeza con una gran sonrisa en mis labios. —Me sonrió.

El castaño hizo una mueca no muy convencido, pero me importo una mierda su opinión. Kagome me sonrió y eso me daba nuevas esperanzas.

En definitiva no iba a rendirme.

....

AMO, ADORO ESCRIBIR ESTE FIC

Me encanta la personalidad de Inuyasha y amo escribir mi comedia barata :'3

Los jamo con quesito <3

Seré invisible por ellaWhere stories live. Discover now