Kenma se sintió desorientado y perdido al momento de abrir sus ojos, se encontraba en una habitación totalmente diferente a la suya, no solia quedarse dormido justo despues de una de sus llamadas "travesuras de una noche" y definitivamente iba a ser una molestia tener que salir de esa habitacion cuando su compañera despertara, las mujeres solian ser un poco mas problematicas que los hombres o al menos solo en algunos aspectos ya que cuando ellas lo golpeaban dolia mucho menos que el golpe proveniente de un puño masculino a los chicos, a las chicas, a todos les gusta Kenma debido a su rostro fino y esbelta figura es buscado por varones o mujeres, es alarmante lo encantador que puede ser por ello no tiene ningun problema en conseguir una noche divertida con alcohol, drogas y alguien que lo haga sentir "bien" solo tiene 17 pero aun asi domina las calles.
Logro salir de aquella habitacion sin ser atrapado por su acompañante de ese dia ¿su presa? una chica nueva del bar al que solia asistir todas las noches, mas pequeña que él pero con 23 años de edad, era linda por lo que decidio tomarla y ya pensaria que decirle despues al encargado del lugar sobre haber tomado prestada a su nueva empleada.
Se apresuro en llegar a su casa antes de que su mejor amigo llegara por él como solia hacerlo desde hace ya 12 años, Kuroo era una persona muy tranquila pero cuando se trataba de Kenma podia perder la cabeza y convertirse en la persona mas sobreprotectora en menos de un minuto, lo reprochaba desde por no dormir lo suficiente hasta por haber dejado mojado su cabello antes de ir a la cama por lo que él no sabia absolutamente nada de la vida nocturna del menor y para Kenma eso era lo mejor, no podria soportar sentir haber decepcionado a su amigo porque despues de todo Kuroo era una persona que se opondría a ese estilo de vida.
-¿Kenma?
No, no podia ser cierto, definitivamente se negaba a que fuera verdad, con todo el terror del mundo volteo a comprobar su miedo, Kuroo se encontraba justo detras de él vestido con ropa deportiva y para mala suerte del menor este vestia unos pantalones desgastados y una polera negra ajustada a su cuerpo que dejaba ver una pequeña parte de su blanca piel de la cadera, se encontraba totalmente opuesto a como solia vestir. -...Kuroo? ¿que haces por aqui tan temprano?
-Sali a correr un momento... mas importante ¿que haces con ese atuendo?
-Y-yo... perdí una apuesta con mi hermana y me hizo ir a dar una vuelta vestido así- contesto con cierto nerviosismo en su voz, no solía mentirle a Kuroo por lo que este acepto de mala manera la respuesta del menos y lo acompaño lo que restaba del camino a casa.
-Tenemos practica matutina no lo olvides, no deberias salir vestido asi tan temprano o pescaras un resfriado
-Si, lo siento
-Bueno, tomare una ducha e ire a tu casa al terminar
Kenma asintio y se despidió solo moviendo su mano ligeramente, estaba aliviado de que Kuroo creyera su pequeña mentira o eso era lo que pensaba porque nada se le escapaba al capitan del equipo.
El dia paso de lo mas normal posible excepto por Kuroo que parecia mas pensativo de lo normal lo que no paso de largo por Yaku quien le cuestionaba a cada minuto del dia sobre que era lo que pasaba por su cabeza a lo que Kuroo solo se limitaba a decir que no era nada. Esa misma noche se dispuso a hacer lo que habia planeado durante el transcurso del dia, por lo que escondido en la oscuridad de su habitación comenzo a observar a la habitacion de su vecino y amigo de la infancia quien hacia su rutina nocturna.
