Narra Jack
¿Que fue lo que mis ojos observaron? ¿Melissa coqueteandole a otro chico? Pensé que le gustaba Stricker, por ser su alma gemela claro.
¿Yo? Pues si, soy su prometido pero Melissa no me interesa de ese modo. Pero esa chica ruda y de pocas palabras, cabello largo de negro azabache y ojos rojos cuál carmín, es realmente hermosa. Trato de acercarme a ella pero siempre digo algo estúpido. Espero no arrepentirme de lo que estoy a punto de hacer.
Estoy en la puerta del salón en donde mi chica ruda toma su última clase.
En ese momento suena el timbre. Respiro ondo.
Dulce sabor a libertad
- ¿Que hice para merecer tal castigo?- exclama mi chica ruda al salir.- Esto es acoso.
- Créeme, no es mi intención.- digo rápidamente.- Sólo quiero saber tu nombre y que aceptes tomar un café conmigo un día.
La chica ríe.
- ¿Salir contigo?- vuelve a reir.- Salir contigo es como salir con un perro, y como dije soy alérgica.
- ¿Sabes que? Tienes razón.- digo fingiendo pensar.- Ahora que lo mencionas, tampoco me apetece salir con una chica que está mitad muerta.- se vió dolida lo que hizo que me arrepintiera de mis palabras.
- Ni creas que me ofendes.- dice burlona.- Pero me voy, no quiero que se me peguen las pulgas.- dicho esto se va con paso apresurado.
Intenté seguirla para disculparme pero Melissa se planta frente a mi.
- De acuerdo perrito, habla.- me exige poniendo las manos en sus caderas.
- No sé de que hablas.- digo buscando con la mirada a mi chica ruda.
- ¿Que te traes con Denise, eh?- pregunta alzando las cejas lo que provoca que la mire.
- Con que ese es su nombre.- susurro.- Bonito.
Melissa me mira con cara de "metí la pata".
- Sólo no le hagas saber que yo te dije su nombre.- dice rápidamente y yo río.- ¿Te gusta?
- Es que...- paso mi mano por mi cabello.- No sé lo que me pasa. Es como...- la observo frustrado.- Es como si viese miles de estrellas en sus ojos.- tomo sus manos desesperado.- Es hermosa y con su cara tan tierna pero ruda a la vez. Siento que no puedo ni debo estar lejos de ella, ¿comprendes? Pero la cagué, le dije algo tan horrible que hasta a mi me dolió cuando se lo dije.- termino aún mas desesperado.
- Comprendo, pero no pretendas que ella corra hacia ti con lo que le dijiste.- me regaña.- Fue espantoso, escuché cuando se lo dijiste. Recuerda que nosotros tenemos buen oído.
- Si, lo olvidaba.- río.- Pero entiendeme. Incluso a mi me duele cuando ella me trata como si fuese la cosa más repugnante del mundo.
- En cierto modo lo eres.- ella ríe.- Si estuvieras en nuestros zapatos sabrías a lo que me refiero. Tu olor es espantoso.
- Tu tampoco hueles a rosas que digamos.- me defiendo indignado lo que provoca que ría.
- Me refiero a que encontraste a tu alma gemela y lo sabes.- si lo sabía.- Y estoy segura de que ella lo sabe pero tu también debes comprenderla....
- ¿Comprender que?- la interrumpo notando desesperación en mi voz.- Lo intento Meli, claro que lo hago.
- Tienes que comprender que así la criaron, como a mi. Toda su vida a visto a los hombres lobo como amenaza, como la criatura más repugnante, cruel e inhumana del mundo. Ella no cambiará esa opinión tan rápido.
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¿Enamorarme de un lobo? ¡JAMÁS!
FantasyLicántropos y vampiros, creados por el mismo ser y enemigos por naturaleza. Nadie podía recordar porqué tanto odio, sólo sabían que aquello estaba destinado a ser una guerra sin fin. Melissa Harrison es hija del líder del único clan mayor existente...