Follow You •ChanBaek•

🍃 Im Follow You 🍃

ChanYeol era feliz, tal vez la persona más feliz que el mundo conociese. Había tenido todo lo que necesitaba en su vida, nunca le falto nada... O eso pensaba.

Siempre sintió que podía ayudar a las personas que lo necesitaban y siempre pensó en que si se lo pedían, él sería capaz de llenar vacíos en las personas.

Pero jamás se había sentido por sí solo vacío, o bueno, no al menos hasta que lo vio.

Byun BaekHyun era un demonio muy bonito, a pesar de estar prohibido para ChanYeol, sentía esa necesidad de estar cerca de aquel demonio travieso.

Lo conoció cuando sus compañeros ángeles no querían bajar a la tierra por un alma.

—Yo fui la vez pasada, te toca.

—Que no SeHun, me tocó a mi... ¿Qué no te acuerdas?

—Ah, ¿Fue cuando te toco encontrarte al demonio de ojotes que te lanzó bolas de fuego mientras volvías a subir?

—¡Yah!

—Oh, entonces sí me toca a mi.

—Pues ve, que ese pequeño demonio me sigue causando pesadillas.

—¿Pesadillas calientes?

—¡SeHun!

—¿Qué? ¿Hablamos de un demonio, no? Los demonios viven en el infierno, ahí hace calor.

—Ah, si, si... Eso.

—Mira, mejor me voy.

—¿Por el alma?

—No, no, no... Voy a buscar a algún tonto para que vaya por mi, la verdad me da flojera bajar.

Así fue como SeHun salía de la pequeña sala blanca e iba pensando en algún tonto que pudiese engañar tan fácil, y es que bajar por un alma era un lío. Primero, te encontrabas con un alma que te hacia mil preguntas; segundo, era muy difícil hacer que aceptará ir contigo y evitar que fuera a buscar a su abuelita porque se supone que eso es lo que ves cuando mueres ¿no?, Abuelita, ¿eres tú?; Y lo peor de todo era lo último, el tener que encontrarse a algún demonio que hablase con el alma a base de trampas para llevárselo al infierno.

—¡ChanYeol! ¡Amigo mío!

—Oh no, no SeHun, no voy a bajar esta vez.

—¿Qué? Pero si no venía a pedirte eso.

—Oh bueno, ¿Entonces que es?

—Ah, quería saber si podías ir a algún lugar, ya sabes, por alguien.

—Oh, claro... ¿Cómo lo reconozco?

—Oh, es alguien... Frío, piel pálida, tal vez quiera a su abuelita, pero no importa lo que diga, debes traerlo conmigo.

—¿Eso no suena como algún alma? —Dijo mientras se cruzaba de brazos y alzaba una ceja.

—¿Qué? No, no, no... Amigo, es sólo un... Conocido que tengo que cuidar.

—Mmh, es que eso suena a algún alma.

—No, es solo una persona que está desorientada.

—¿Y donde la encuentro?

—Ah, bueno pues... —SeHun empezó a reír incómodamente— Puede que este en la tierra.

—¡Lo sabía, es un alma!

—¡No!

—¡No voy a bajar!

—Vamos, será la última vez.