La mañana del primer día del mes de Julio la etapa azul de las chicas comenzaba a tomar un color más vivo, un color cálido que podría sentirse en el ambiente, no se podría cantar alegorías ante tan bello escenario pero al menos ya el sol podría salir tranquilo cada noche para sentarse a tomar un café madrugador con la Luna; que siempre estaría ahí esperando por él.
La mañana fue tranquila, todas las chicas se la pasaban juntas por si Lauren volvía a decaer; Camila como ya estaba acostumbrándose, fue a buscar el correo como venía haciendo todos los días, todas las mañanas. Una carta en particular iba a dirigida a Lauren. No era aterradora o tentadora; pero era bastante curiosa, firmada con una S y con una bandera Cubana como sello, Lauren se intrigo al abrirla solo encontró bellas palabras, palabras sin sentido ya que no entendía porque le decían esas cosas y a que se referían.
"Querida Lauren Jauregui.
No me conoces, jamás cruzamos más de dos palabras. Nos topamos en un trágico momento de tu vida del que tu amada, Camila. Pensaba que no lograrían salir de ahí, fue un encuentro bastante lúgubre. Espero ya se encuentren mejor las dos, un día nos volveremos a encontrar y así poder darte algo que mereces por solo el hecho de ser... tú.
Con amor, S."
¿A que podría referirse? ¿Qué día? ¿Quién es S? tres preguntas que terminaron por desbordar la mente de las chicas, no sabían si debían preocuparse, tener cuidado o simplemente esperar lo mejor, no parecía alguien amenazante pero en la vida de Lauren lo bueno, es solo algo que pasa por milagros del cielo.
Esa no fue la única, tan solo fue la primera de tantas cartas que comenzaría a recibir ese mes la segunda fue algo jocosa parece que forzaba un chiste blindado por pequeños detalles que Lauren ya había olvidado.
"Querida Lauren Jauregui.
¿Sabes que es lo triste de olvidar? Que cuando haces algo gratificante no hay manera de como recordar la mano que extendiste y al final te la mancharon con el detalle de un sol que se derrite para mancharte la piel como si se tratara de un juego de varios pollitos jugando mientras mama gallina se encuentra desaparecida.
Con amor, S."
Increíble ahora ocurre que Lauren es una gallina y tiene su manada de pollitos, las chicas incluso ella misma no sabían si reír ante tal declaración o tratar de descifrar el contenido y así fueron siendo las cartas, más anécdotas extrañas, metáforas, comentarios hilarantes y la firma S. Para los últimos días del mes de Julio; Lauren y Camila después de años habían vuelto a tener una cita como antes, recién salían del cine, las dos entrelazadas entre sus brazos, la una con la otra, compartiendo risas, robando miradas y besos mientras narraban sus partes favoritas y cantaban las canciones que les habían gustado de la película La La Land. Fueron por la calle como un par de locas en plena noche, bailando imitando las escenas, escenas interrumpidas cuando terminan frente al restaurante. Lauren quedo frente al aparador; Camila soltó suspiros al viento preparándose para lo usual pero para su sorpresa Lauren solo sonrió, volteo a verla para también regalarle una sonrisa. Parece que estaba superando todo el dolor, los recuerdos ya no lastimaban, Lauren volvió hacia Camila que la esperaba en la esquina, se tomaron de las manos y continuaron con tranquilidad pero no se percató que al asomarse por la vitrina, una mujer sorprendida de verla se levantó para llamarla y como no escucho fue tras ella, justo cuando ya la oscuridad de la calle las estaba camuflando la señora exclamo con suma fuerza el nombre. -¡Lauren! –ambas voltearon y esperaron a la señora que fue agitada hacia ellas. –Soy S. –musitó tomando aire.
Lauren: ¿Quién es?
Camila: Oh Dios. –exclamó reconociéndola.
Lauren: ¿Sabes quién es?
Camila: Lauren, es la mama de Sofía.
Lauren: ¿Quién?
Camila: Ay, cierto...
Lauren: ¿Qué Sofía?
Camila: ¿Es Sinuhe, cierto? –musitó ignorando a Lauren.
Sinuhe: Si, necesitaba verlas.
Camila: ¿Quiere ver a su hija? ¿Es por eso?
Sinuhe: Fui, fuimos unos pésimos padres, -explicó llorando-. Pero, sé que Lauren cuido de mi pequeña y sé que está mucho mejor ¿Puedo verla? Por favor. –agregó arrodillada frente a ellas.
Camila: Me encantaría poder complacerla.
Lauren: ¿Pero?
Sinuhe: ¿Si, pero?
Camila: Lern ¿Podrías alejarte un poco, para decirle algo a la señora?
Lauren: Bueno, está bien. –musitó preocupada y confundida.
Lauren no habrá escuchado nada pero pudo ver como Camila decía algo bastante doloroso que termino por desplomar en el suelo a la señora.
Sinuhe: Lo merezco. –exclamó-. Siempre fui una mala madre, perdí a mi hija y por negligencia, negligencia consciente.
Camila: Espero, no se enojen con Lauren.
Sinuhe: Al contrario. –explicó-. Le debemos todo, ella cuido de nuestra hija cuando nosotros dejamos de tomarnos en serio el labor de padres y todo por no querer encargarnos de ella porque tenía cáncer. Ella la mereció más que nosotros, Camila no se lo digas prefiero no recuerde nada y que termine perjudicándola; Alejandro y yo encontraremos la forma de agradecerle todo a tu novia.
Y así fue como desapareció a la mitad de la noche una triste mujer que sentía todo, dolor, odio, tristeza y remordimiento, citando las palabras de Sofía; La vida y el amor, caducan pero no por eso hay que dejar de amarlas y sus padres dejaron caducar la vida de la pequeña Sofía. Camila rodeo a Lauren con su brazo, casi como un hombre con su pareja mientras ella seguía inquieta sobre Sinuhe pero no hablaron sobre lo sucedido.
YOU ARE READING
Same Place II
Fanfiction"Lauren había olvidado toda su vida, pero siempre tenía el mismo lugar."