Same Place II

Capítulo 20: Lucy, la mejor compañía

Sábado había comenzado, pálido y brillante pero opaco. El sol siempre saludaba a Camila quien siempre se encontraba rodeando con sus brazos a Lauren mientras que en la otra habitación se encontraba Lucy haciendo la limpieza y preparando el desayuno.

Camila: ¿Qué haces? –musitó soñolienta.

Lucy: Solo limpio un poco.

Camila: Creo que aún no hemos podido conocernos mejor.

Lucy: Camila, me agradas. –explicó-. Pero, sé que la persona que has sido con Lau y eso no es algo que pueda perdonar, Lauren te ama pero no por eso dejare que la lastimes una vez más.

Camila: ¿Podrías darme el beneficio de la duda?

Lucy: No.

Camila volvió a la habitación para despedirse de Lauren con un beso en la frente mientras aun dormía, después no volvieron a verse en todo el día. Lucy planeo su día con Lauren. Lucy desconfiaba del amor de Camila hacia Lauren, estaba decidida a demostrarle que no podía confiar en ella pero fue imposible Lauren podría darle un sinfín de oportunidades si era necesario. El día tan tenue y lúgubre cubrió con su manto cada uno de los momentos que pasaron; Lucy solo añoraba que ella fuera feliz.

Lucy: Lauren, solo digo que deberías considerar esta relación. –musitó.

Lauren: Lu, te amo. –contraatacó-. Pero ¿Qué sería de la Luna si no tuviera su Sol? –culminó triste.

Lucy: Pues, seguiría brillando. –exclamó-. Ya que la Luna puede iluminar como dar oscuridad sin necesidad de tener el Sol de su lado. –agregó.

Lauren: Tienes razón. –sonrió-. Pero, hay una Luna que no puede sin ese brillo. –culminó cabizbaja.

Lucy: ¿Por qué lo haces?

Lauren: Porque me estoy preparando.

Lucy: ¿Para qué?

Lauren: Oye, Lucy ¡Mira! –exclamó señalando-. ¿Me comprarías un helado? –agregó sonriente yendo hacia el camión.

Un día pálido y Lauren añorando un helado, helado que Lucy no negó a regalárselo para ella lo era todo aunque quizás para Lauren, Lucy no era más que solo una amiga.

Lucy: Lau ¿Recuerdas cómo nos conocimos? –exclamó viendo al cielo.

Lauren: Creo, creo que sí. –tartamudeó-. ¿La escuela, no? –musitó.

Lucy: Efectivamente.

Lauren: Bueno, recuerdo algo. –exclamó alegre-. Por fin. Culminó.

Lucy: Pero...

Lauren: ¿Pero?

Lucy: Hay algo que no puedes recordar. –sonrió al verla.

Lauren: ¿Qué?

Lucy: Lo locamente enamorada que siempre estuve de ti, pero Ashley logro superarme en eso.

Lauren: ¿Ashley?

Lucy: Cierto, tu mente es como una memoria con un virus troyano.

Lauren: ¿Troyano?

Lucy: Después te explico. –río.

Así pasaron el día, entre recuerdos, amarguras, desasosiego mientras contemplaban el cielo camino a casa, el día era tan frio que para Lucy era bastante extraño que Lauren quisiera un helado.

Lucy: Te quiero. –exclamó al verla-. ¿Lo sabes? –cuestionó sonriente.

Lauren: Lo sé. –musitó-. También te quiero, demasiado. –agregó arrojando al suelo lo último que le quedaba de su helado, solo para abrazarla.

Lucy pudo sentir el máscálido y fuerte abrazo que alguna vez le había podido dar alguien en su vida. Peroella no sabía que ese abrazo solo era la interpretación de su previa despedida.