Capítulo 3: Secretos

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Isabelle no estaba segura del tiempo que llevaban merodeando las secciones una y otra vez, empezaba a dudar sobre la destreza en orientación del amigo de Clary. No fue hasta que de repente se detuvo en seco y recordó el camino, que irónicamente se encontraba frente a la puerta principal del establecimiento. Simon la miró sobre el hombro para confirmar aún su presencia. Ella seguía ahí, un poco impaciente que hacía diez minutos atrás. Isabelle se sorprendió por la arquitectura de la biblioteca, era como una cúpula con dos pisos, los estantes eran de madera oscura y firme, por algunas partes en los bordes se veía una recta tallada en dirección a las salidas próximas. Era realmente impresionante y hermoso.

Simon se adentró hacia la sección de los "Documentos Universitarios". Constaba de una pequeña fila de papeles antiguos y nuevos que se clasificaban en orden alfabético, todos estos en excelentes condiciones por su conservación.

- Llegamos - Dijo soltando un suspiro de alivio - Bien..., ¿qué necesitas?-

Isabelle miró a su alrededor, analizando los documentos con ajena curiosidad, dudaba un poco en confesarle a una persona que apenas conocía un poco de su vida personal, pero era el único que apenas conocía que podía ayudarla.

- Un documento que diga que tengo padres divorciados -

Simon alzó la vista por un segundo hacía Isabelle y con un "ok" se dispuso a encontrarlo.

La muchacha miraba un poco incómoda a su alrededor cerciorándose de que nadie había oído eso, y no es que estuviera mal, pero Clary le había advertido que las personas allí, con la información necesaria, podrían manejarte a su estilo. Claro que Simon Lewis no parecía particularmente interesado en su vida, como lo habían estado otros muchachos. Aquello le resultaba gratificante y un poco extraño. Isabelle Lightwood estaba acostumbrada a la atención y a tener al chico que ella quisiese, prácticamente no contaba con muchos amigos, al mismo tiempo parecían sobrarle invitaciones a fiestas. Ella conocía perfectamente la rutina.

Asistía a fiestas, conocía a chicos, algunas chicas se le acercaban por conveniencia y al finalizar todo volvía a ser como antes. Pero llegaron las vacaciones e Isabelle no quería desaprovechar la oportunidad de ir a acampar con extraños en un campamento de dibujo. Y ahí conoció a Clary. Al principio parecía no caerle muy bien ya que su destreza con el grafito la llevó a ser la primera en la clase y la favorita del maestro más guapo que ella jamás había visto. Clarissa Fray había opacado su existencia e Isabelle en parte estaba feliz de no ser la chica que miraban todos al entrar al salón. Se sentía tan sencilla en aquel lugar, claro que no tardó en congeniar con la pelirroja que alegremente accedió a compartir literas en su cabaña.

Luego de aquel verano, ambas se habían vuelto inseparables.

-¡Ajá!- Exclamó Simon quién rápidamente se encogió de hombros al escuchar su propio eco expandiéndose por el ambiente.- Lo encontré - Dijo está vez más bajo.

Isabelle sonrió y se inclinó tomando el pedazo de papel que este le ofrecía.

- Si no tengo un recuerdo erróneo, tienes que transcribir con tu información en una hoja en blanco -

La muchacha asintió - Es lo que me dijeron en las oficinas -

Simon se apoyó en los estantes - Si.., esos papeles se pierden como si tuvieran vida propia -

Isabelle alzó la vista -¿Hiciste una igual?-

- Similar - Se limitó a decir. Más tarde, ante el silencio, añadió - Mi padre falleció hace ya muchos años.

- Lo lamento -

El muchacho se encogió de hombros con una pequeña sonrisa nerviosa - No lo hagas, él está en un mejor lugar -

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