Capitulo 1

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En la antigua Grecia existieron grandes y poderosos héroes.
Uno de estos grandes fue Otabek, alias Hércules.
Pero descuiden, ya se les verá traída esta historia...

-- ¡Por dios!, haces que la historia suene a una tragedia griega -comento uno de los hombres en toga, este de espectaculares ojos que observaba al vacío con aburrimiento.

--¿Podemos contar la historia? -pregunto el moreno siendo intimidado por uno de sus compañeros.

--Adelante

Todos empezaron a mover sus caderas, y dieron paso al rubio de gran atractivo.

--Somos las musas, nosotras contamos las historias de valientes héroes.

--Héroes como Otabek -alardeo el otro rubio de ojos azules, sonriendo coquetamente.

--Querrás decir... ¡El semental! -comento uno de ellos, resbalando en la gran jarra para mirar con lujuria al retrato del apuesto joven -¡Quisiera ser esa gata para...!

--Nuestra historia -interrumpió Chris impaciente por la actitud de Georgi- comienza ya, mucho antes de que esto sucediera.

Todos elevaron su voz a una nota perfecta y cantaron al son de la melodía, dejándose guiar por Chris.

Después de la creación
La tierra era un caos total
Repleta de titanes con
Afán de hacer el mal

--Lugar inmundo fue... desorden en cualquier dirección -canto el pequeño Minami mirando los destrozos con gran impacto.

Con terremotos y volcanes
Siempre en acción

--oh, y que lo digas -suspiro en medio del canto Michele.

Entonces vino Zeus
Su rayo les lanzó ahí
A los malos encerró, y así
Con ese caos vino a terminar

Él tuvo gran virtud
Fuerza triple "A" fue sin dudar
El plato fuerte fue

-¡Sí, nena! -exclamo con emoción Emil.

Se impuso al mundo en su juventud
En el Olimpo se vivió la
Paz y la virtud

Aunque parezca imposible
Has de creerlo tú
En el Olimpo se vivió la
Paz y la virtud

La imagen de las musas se fue alejando, pasando por valles, pueblos, ricachuelos y varias personas hasta centrarse en una gran montaña rodeada de nubes, el Olimpo.

En este espléndido lugar, casa de dioses, se celebraba el nacimiento del hijo de Víctor y Yuuri, para los humanos Zeus y Hera.

Todos se encontraban ahí, desde el gran Tritón hasta el casi molesto Narcizo, las nubes daban el toque hogareño a ese bello templó, las columnas del llamativo blanco y los muebles parecían de un material tan fino. Más adelante, distintos dioses reían y platicaban, algunos bebían, el resto sólo daba elogios a la feliz pareja.

Era una fiesta tan bella y sólo para un pequeño que tenía un destino especial, que lamentablemente tendría que pasar solo... aunque esto sus Padres nunca lo vieron venir.

OtabekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora