03: A los mayores les gustan las cifras.

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Cuando se les habla de un nuevo amigo, 

jamás preguntan sobre lo esencial del mismo.


Juro que no hubo un día, desde aquella noche, en que no lo buscara por las calles. Claro, pasaron varias semanas desde aquel encuentro y aunque lo busqué en cada paso que daba por Seúl, no pude encontrarlo tan pronto. Inclusive cada perro color dorado que veía me parecía ser su mascota gruñona Rain, pero obviamente le atribuí esto a mi deseo de encontrarle. Y a pesar de que lo vi caminar esa noche hacía esta ciudad, la verdad no estaba seguro hacía donde se dirigía el misterioso chico. 

Fue difícil convencer a Yoongi de que el encuentro con aquel muchachito había sido real y no un desvarío de mi mente. Tuve que jurarle que no me había drogado ni alcoholizado aquella noche y con eso solo conseguí que dejara de molestarme y accediera a acompañarme al registro de personas sin rechistar.

-Señora, por favor, solo necesito encontrar a un chico de nombre Kim Taehyung. Debe tener unos 18 o 19 años, puedo reconocerlo por fotos, si usted me mostrara tal vez el registro...

-Por enésima vez joven, no puedo mostrarle esa información y menos si no me dice cuales son sus propósitos... -suspiré a punto de resignarme cuando vi a Yoongi revolverse incómodo en su sitio, mientras miraba la calurosa discusión que teníamos con la no tan agradable señora del Registro de personas. Recuerdo haber sentido esa frustrante sensación de no poder conseguir nada por mi mismo, así que apelé a lo conocido. Y no fallé, como siempre. 

-Señora, siento no haberme presentado antes. Soy Jung Hoseok... -la expresión de su rostro cambió de irritada a levemente sorprendida. El apellido de mi padre era poderoso, y aunque aprovechaba de él, hería mi ego tener que usarlo siempre. Se sentía como obtener cosas sin mérito alguno de haberlas conseguido solo -Estoy seguro que podemos arreglar esto de alguna manera... Sólo necesito saber sobre ese chico -le dije y deslicé un jugoso billete hacía la mano de aquella mujer. Los números son importantes para las personas mayores, y yo lo sabía muy bien... 

Yoongi negó con su cabeza en desaprobación cuando la señora no dudó un segundo en aceptar aquel trato y con mucha disimulación guardó el billete en su bolsillo, sin rechazar ni por un minuto mi oferta.

La fila de personas era extensa, así que rápidamente la señora me mostró una pequeña lista de todas aquellas personas de nombre Kim Taehyung que reunían las características que le había mencionado. Me pidió por lo bajo que me apresurara mientras Yoongi resoplaba en lo que parecían ser varios idiomas. Para mi decepción, aunque observé cada rostro de aquellos jovencitos detalladamente, ninguno le pertenecía. Ni cerca.

-Ya vámonos Hoseok... -me dijo Yoongi tratando de sacarme de aquella computadora. No podía aceptar que no estuviese en el registro de personas, si claramente era coreano pero no tuve otro remedio que resignarme.

Salí de aquel lugar completamente confundido y sin emitir palabra. Yoongi me miraba expectante, supongo que esperaba que le dijera que efectivamente eso comprobaba que todo había sido mi imaginación. Pero me negaba a aceptar aquello.

-¿Y bien? -dijo por fin -Ahora que ya hicimos lo que querías, ¿me explicarás la obsesión que tienes con el supuesto niño...?

-No es obsesión... No es que me interesa ese chico -le respondí cortandolo en en seco -Sólo quiero que compruebes que no imaginé nada de eso... No estoy loco. 

-¿Me lo quieres demostrar a mi o te lo quieres demostrar a ti mismo? -me preguntó seriamente. -Hoseok-ah por favor... Deja el asunto en paz. ¿Sabes? No me importa tener un amigo que imagina personas, todos tenemos locura en nuestro interior -me dijo sonando igual que un abuelo mientras me daba unas palmadas amistosas en mi espalda.

La piel de un Principito - VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora