Capítulo extra II

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Este último capítulo extra y por ende última parte del libro, va de como hubiera sido a vida de Alex y Jack si nada de lo que pasó hubiera sucedido así. Es decir, si su familia, los Garou, no hubieran sido perseguidos ergo sus padres siguieran vivos, y por lo tanto Alex tampoco hubiera sido esa bestia demoníaca llamada kludde.

La corona es como la de la foto pero en vez de dragones con lobos y con una amatista en medio.


Alex's POV (12 años):

  - ¿A dónde vas corriendo? -me dijo mi padre poniéndose en mitad del gran pasillo, obstaculizándome el paso.

Me choqué contra él viéndome obligada a parar.

  - Alex sabes que no puedes correr por aquí -me dijo a modo de reprimenda. 

Yo rodé los ojos y asentí.

  - Lo sé, lo siento ¿Puedo irme ya? -le pregunté con prisa.

Mi padre rió y habló:

  - ¿Ya has acabado tus clases de etiqueta y leyes?

 - Eh... Sí -contesté, pero mi padre no pareció muy convencido y me alzó una ceja -¡Es que son muy aburridas! ¿Por qué no puedo hacer clases como Jack? ¡Yo también quiero luchar!

Mi padre volvió a reír y poniendo una de sus manos en mi hombro volvió a hablar:

  - Alex, Jack también tuvo que hacer esas clases. Además no es tan importante que él sepa estas cosas. Al fin y al cabo tú eres la heredera.

  - Pues vaya mierda ¿Por qué tengo que ser yo?

Mi padre volvió a reír.

  - Ya sabes que las mujeres son siempre las que heredan el trono.

En realidad eso ya lo sabía, lady Feles se había encargado de ello en las clases de historia. Desde que se tiene constancia de ello las herederas del trono son mujeres y los hombres de la familia se encargan de la seguridad y en caso de guerra, del ejército. Según los libros que lady Feles me había obligado a aprenderme de memoria eso era debido a que en las manadas son las lobas las que mandan y los lobos los que acatan. Además de que las mujeres tienen la cabeza más fría a la hora de tomar decisiones; según el libro claro. 

  - ¿Por qué no estás en clase, Alex? Realmente -me dijo mi padre que siempre veía a través de mí como si fuera un cristal.

Yo suspiré y hablé:

  - Aiden me está esperando en el patio principal.

  - ¿Y él no tiene clases también? -yo me encogí de hombros a modo de respuesta.

Mi padre iba a añadir algo más pero algo hizo que no lo hiciera y que ambos nos girásemos pues escuchábamos unos tacones caminar firmemente por el pasillo hacia nosotros.

  - Me parece que Lady Feles quiere que vuelvas a su clase -me dijo mi padre. Yo le miré con cara de cachorro, a lo que él suspiró con una sonrisa -Anda tira, pero que los guardias no te vean.

  - Gracias papá, te quiero -le dije saltando para darle un beso en la mejilla y después salir corriendo por el pasillo.

Mientras corría por el pasillo intentaba no tropezarme con el maldito vestido que tenía que llevar. Odiaba tener que llevar vestido, no era para nada práctico y además era incómodo. Pero al menos tras hablar con mi madre conseguimos llegar a un pacto. Desgraciadamente era una princesa y tenía que ir siempre presentable y con vestido, pero al menos conseguí un acuerdo, claro que tuve que ceder un poco pero algo es algo. El acuerdo es que llevaría vestido siempre que fuera a mis clases (es decir la mayoría de los días). Pero al menos conseguí tener algo más de libertad, además de que conseguí cambiar el tipo de vestido. Ya no tenía que llevar el típico vestido voluminoso y lleno de ornamentos coloridos a no ser claro que hubiera un evento o fiesta. En su lugar llevaba uno de una tela más ligera y amplia lo cual no sólo me daba más movilidad sino que también era más cómodo.

¿Qué soy? (Teen Wolf fanfic/ Stiles Stilinski) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora