Secretamente tuyo (Shawn Mendes)

Capítulo 15

Estaba volviendo de la casa de Cameron. Hacía frío y el viento pegaba en mi cara haciendo que mis cachetes se vuelan rojos. En ese momento me arrepiento de no haber traído otra campera.

Al entrar a casa saludé a mi madre y subí directo a mi habitación para alistarme.
Me decidí por un vestido negro por encima de la rodilla, con los bordes color dorado y la espalda descubierta y unos zapatos negros no muy altos. Esta vez no tenía a Sara quien me arregle el pelo y me maquille, tendría que hacer lo que pudiera.
Tarde la mayoría del tiempo en tratando de acomodar mi pelo pero se me hacía imposible. Hice lo único que me sale bien: dejarlo suelto.
Me maquillé como siempre suelo hacer, máscara de pestañas, base y labial. Pero decidí cambiar el color del labial que huso siempre: rosa, por un rojo fósforo, me encanta.

Mientras esperaba que se hiciera la hora me acosté en la cama delicadamente para que no se arrugara el vestido y mi pelo no se despeine. Prendí mi celular y ví que tenía mensajes pero no les di importancia y entré a un juego que tengo descargado, para pasar el rato.
Se hicieron las 8, agarré un saco blanco de tela fina, me puse algo de perfume, me fijé en el espejo si todo estaba bien y bajé a la sala.

{...}
Ya estábamos yendo a la casa de los amigos de mi padre. El camino era oscuro pero igual podía ver gracias a la luz del auto. El viaje era bastante largo, pero se me hacía muy familiar, como que si ya había venido a este lugar, no le presté mucha atención y seguí observando las ya conocidas casa desde la ventanilla.

-Llegamos- Estábamos en un barrio demasiado conocido para mi gusto. Aparcamos en frente de una casa rosa grande... ¡¿La casa de Shawn?! "Avenida Howard Street" leí en un cartel. No, no, no me puede estar pasando esto, y ahora es cuando me arrepiento de haber venido aquí.

-Dime que no es aquí- dije rogándole a mi madre bajandome del auto. Ella asintió. No, me rehuso a entrar a esa casa, lo que menos quiero es ver a Shawn.
-Hija, P¿vas a entrar?- mi padre se detuvo dándose la vuelta para mirarme antes de que tocara a la puerta. No tuve más opción que ir allí.

Nos atendió la pequeña -no tan pequeña- y adorable Aaliyah y detrás de ella Shawn. Dios, se veía tan bien con traje, su cabello desordenado pero también perfectamente ordenado a la vez, sus ojos brillaban con un color miel intenso. El saludó a todos con un beso en las dos mejillas, cuando llegó a mi me saludó igual pero seco.

Todo el tiempo que hacíamos unos cortos contactos visuales me miraba serio, el brillo en sus ojos aún estaba, pero no era el mismo de siempre. Esta vez era un brillo oscuro y su sonrisa era forzada.

-¿Donde está el baño?- pregunté levantandome de mi silla.
-En el pasillo a la derecha. ¿Quieres que Shawn te acompañe?- me miró Karen con su dulce voz y gran sonrisa. Shawn y yo nos miramos por un momento, yo sabía lo que el iba a responder, así que respondí por él
-No, no gracias- subí a la escalera y caminé hacia el baño.

Al salir escuché mi teléfono vibrar, al revisar el mensaje del mismo número desconocido mi rabia aumentó cuando abrí el vídeo que me había mandado. Era otro video de Shawn hablando mal de mi. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no me di cuenta que alguien choco contra mi.
Y hablando de Roma, ese era Shawn. Pero lo que me molestó más fue que al chocar no me dijo ni perdón. Ya no lo reconozco. Sin pensarlo dos veces, lo seguí y antes de que cerrará la puerta del baño lo detuve abriendola, logrando que se hiciera para atrás. No razoné, solo empecé a hablar, mejor dicho a gritar.

-Ni perdón me dijiste, ya no te conozco, que te está pasando Shawn- el me miraba confundido y asombrado- Primero no me quieres llevar a casa, después me ignoras cuando estás con tus amigos, me tratas mal y luego me humillas frente a todos; y como si fuera poco me mandan videos tuyos hablando mal de mí y...- el no me dejó continuar.-
-¿Qué? ¿Yo hablando mal de ti?- me miró confundido y con arrepentimiento en sus ojos.-¿Quién te mandó esos vídeos?
-No lo sé, pero no importa, lo que importa es lo que dijiste- dije levantado mi mano en la que tenía mi celular mostrándoselo.
-Lo prometió- dijo susurrando pero logré oírlo.
-¿Qué? ¿ Por qué dijiste todas esas cosas de mi? Creí que eras diferente; que de verdad podía confiar en tí, pero me equivoqué- una lágrima rebelde cayó por mi mejilla. Shaw tenía la cabeza gacha, y lo único que se limitó a decir fue un "lo siento".
-Eso es lo único que vas a decir?- grité enojada.
-Lo siento sí! ¡Me obligaron a hacerlo para entrar a su grupo, pero no quería hacerlo!- gritó un poco enojado, y se alejó dejándome sola en el baño. No pude evitar que las lágrimas salieran, caí de rodillas al piso.
Mi madre me llamó para que bajara. Cómo pude me arreglé y bajé.
Al bajar todos posaron sus miradas en mi, menos Shawn, pero levantó su vista y me encontré con sus ojos miel en los cuales me perdí hasta que mi padre rompió la burbuja en la que estaba.
-Gracias por invitarnos, fue una deliciosa cena- mi padre estrechó la mano del señor Mendes y de Karen. (Que aún no me se el nombre del padre de Shawn).
-¡Gracias por venir!- dijo Karen.

Shawn solo me miraba, parecía arrepentido por lo que había pasado hace unos minutos. Pero todo fue culpa de el.
Mi familia y yo nos dirigimos hacia la puerta y luego hacia el auto, mi madre les saludó a todos y nos subimos a este. Mi padre condujo unos 50 minutos hasta llegar a nuestra casa.
Entramos todos en silencio, sin emitir una sola palabra. Me dirigí a mi habitación, me puse mi pijama y me tumbé en la cama.

En verdad no tenía sueño, estaba pensando en las palabras de Shawn "Me obligaron a hacerlo para entrar a su grupo, pero no quería hacerlo". ¿Quienes lo obligaron? ¿Todo lo que me hizo no fue con intención? ¿Se arrepentirá de lo que me hizo?
No pude dormir gracias a esas preguntas, gracias a Shawn. Shawn Shawn Shawn, el único nombre que daba vueltas en mi cabeza una y otra vez. ¿Cómo una persona se vuelve tan importante en tan poco tiempo?
Simple: solo con transmitirte seguridad con tan solo un abrazo, que te haga reír en los peores momentos, te acompañe en todas las decisiones que tomes, sí, ese era Shawn.