The Twin Brother. (#2 Bilogía Brother)

1.

23 de septiembre de 2007

Me encuentro jugando con mis muñecos. A Capitán América le gusta Barbie, pero Barbie es novia de Thor, por lo que Barbie siempre es mala con él. ¿Por qué lo trata mal? Tiene novio, no debería importarle. Además, todos saben quién vencería a quién.

Mami dice que no debería jugar con los juguetes de mi primo, que son para varones. Brandon dice que las niñas podemos jugar con juguetes de niños y que ellos pueden jugar con juguetes de niñas. Que nada debería ser solo para un grupo de personas. Yo estoy de acuerdo con él, pero mami no. Aquí entre nosotros: Me gustan más los juguetes de niño, son más divertidos y se pueden hacer muchas más historias.

Papi llega otra vez, hablando como me da miedo: su voz se escucha arrastrada y sus pasos son lentos y torpes. En el día juega conmigo, me sonríe y me trata bien, pero cuando se va en la tarde y vuelve en la noche, parece un monstruo. Cómo ahora.

Me dice que le haga caso o pasará lo de la última vez. Le tengo miedo en la noche, porque si me porto mal va a pegarme. Dice que es mi culpa, pero mami dice que no. Yo en realidad no sé a quién creerle.

Papi ve que estoy jugando con los juguetes de mi primo y gruñe, haciéndome temblar sin querer. Sus ojos se tiñen de odio puro, observándome en el suelo.

—¡Te dije que no jugaras con esas porquerías! —me grita, arrebatándome mis juguetes de un manotazo. Mis lágrimas de acumulan en mis ojos y mi corazón vuelve a romperse.

—¡Papi, no! —grito, pero ya es demasiado tarde. El olor asqueroso de su ropa llega a mi,  mareandome.

—Eres una niña asquerosa, siempre en el piso jugando con cosas de varón. No sé ni porqué te tuvimos si eres tan defectuosa.

No entiendo bien qué dice, pero sus palabras parecen hirientes, por lo que empiezo a llorar frenéticamente mientras le pido que me devuelva lo que me ha quitado. Me arrodillo a sus pies, jalando de su pantalón para que me preste atención.

—¡Agh, cállate niña, idiota! ¡Cállate ya!

Trato de parar de llorar, pero no puedo hacerlo. Mis lágrimas salen y mis gritos empiezan a subir de tono. Me llevo mis manos a la boca, tratando de sofocar el ruido, pero parece en vano. Papi me mira más furioso.

—¡Que te calles, joder! —me agarra muy duro de los brazos, haciéndome soltar un quejido y luego me lanza hacía la habitación más cercana, que resulta ser la mía—. ¡Cierra la puta boca!

Cierro la puerta detrás de mí, corriendo hacia mi cama para llorar en mi almohada.

Oigo los pasos tambaleantes de papi y luego de unos minutos, escucho gritos de él y de mami. Muchos gritos fuertes de mami y luego llanto.

Escucho como la ventana de mi cuarto es abierta lentamente, como casi cada noche. Brandon aparece por ella, sonríendome como si nada, mostrándome su dentadura a falta de algunos dientes.

—No te preocupes, Ana. Estoy aquí. Me quedaré contigo hasta que te duermas ¿sí? Ya estás a salvo, yo te cuidaré.

Mi primo tiene once años y yo ocho. Él a veces viene por la ventana de mi cuarto y me dice que todo va a estar bien, besa las partes rojas que deja papi en mis brazos,  hasta que me quedo dormida y, cuando me levanto por la mañana, ya no está. Papi se enojaría si lo sabe y por eso le digo que se vaya, porque no quiero que le pase lo que a mi. Brandon no vive muy lejos, así cuando oye mi llanto y los gritos siempre viene a consolarme.

Brandon no es súper fuerte como Capitán América, ni es un dios como Thor, pero eso no quita que sea mi héroe.

07 de febrero de 2013