Reflection.

Otoño.

Los recuerdos llegan como hojas cayendo en otoño, sin orden, pero, con mucha gracia.

Es divertido saltar en el montón de hojas en otoño. Es lindo sentarse, perdese del mundo a tu alrededor para abrirle la puerta a esos recuerdos que llegan como en un maratón, rápido, desesperados, cansados, me atrevo a decir que hasta mas fuertes.

Pero no llegan en orden, talvez aparecen depende tu estado de ánimo.

Es difícil decidir cual es el mas importante estando emocionalmente estable.

Cuando estas sufriendo por alguien sin duda pensaras en todo lo que hizo por ti y al final en lo mal que trato, en cada te quiero, la esperanza de que, tal vez, algun día, se cumplirá cada promesa que faltó.

Si estas con tu hermana menor sin duda pensarás en el día en que pedías tenerla, en cuando tú mamá te dijo que llegaría esa personita tan especial, en cuando querías ponerle nombre de princesa, en sus travesuras, en cuanto hizo por ti y como olvidar cuando parecia tan madura, a veces hasta más que tú, y como en ocasiones era la cosa mas fragil que había visto.

Nada tiene orden, creo que ni la vida misma lo tiene.

Nos esforzamos en darle orden, pero, lo que olvidamos es que no sabemos nada, no somos quien para decidir el transcurso de la vida.

Muchos no mueren de ancianos, muchas no se embarazan de adultas y ¿Qué es ser adulto? Aún no lo sé.

Yo le pongo significado a todo, entiendo que es ser niña y adolescente.

Talvez aun no soy lo suficientemente madura.

Y ahí otra de mis preguntas ¿Qué es madures y que idiota decidió que es necesario?

Me quedaré aqui miraré el cielo nocturno y analizaré cada recuerdo hasta averigüar quien soy o hasta que mi madre me diga que ya es muy tarde y tenga que entrar.

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Nos digimos tantas mentiras, que algunas, sin querer, se transformaron a en verdades, muy irónicas y estúpidas.

Me duele mirar atrás, ver como me reí de tantas cosas, cosas que esperaba, que creía no me pasarían.

"Las chicas que lloran en el salón son ridículas y sólo quieren llamar la atención" Mentira. Hay veces, que por mas ridícula que te veas no puedes resistir más y sólo... explota, te fastidia tanto hacerlo que no puedes parar y eso no está mal.

He aprendido tanto que me da miedo olvidar, me sorprende la habilidad que tengo al observar, tal vez debería dejar de hacerlo, no está bien ver los secretos de las personas sin su permiso.

Los ojos son la ventana del alma, nunca me cansaré de ver los tuyos, los de todos.