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A Kim TaeHyung no le agradaba nada la idea de que su hermano menor, HoSeok, quién estaba al otro extremo de la sala, estuviera presentando formalmente a su "nueva novia".
Gruño por octava vez. Eso simplemente no le agradaba y su cara no podía ocultar su enojo, sumándole que estaba horriblemente aburrido y cohibido. Por definitiva, hoy no era un buen día.
Su madre, quién lo había estado observando, notó la gran incomodidad y mal agüero que llevaba su hijo. Entonces sólo decidió acercarse.
— Querido, ¿porqué no vas y saludas a la novia de tú hermano?. Llevas media hora allí sin hacer absolutamente nada. No seas un mal educado, ¿donde están tus modales? — protestó, con un tono demandante, cruzándose de brazos, y moviendo el pié derecho, de arriba hacía bajó rápidamente. Necesitaba una explicación, esa actitud no era la que su hijo tenía normalmente, le extrañaba verlo así.
TaeHyung siempre solía estar muy feliz y sonriente, al igual que HoSeok.
Ellos, sus padres, le enseñaron que siempre tenían que sonreír y ser positivos pesé las circunstancias. Su madre tenia un pequeño presentimiento de algo que no quería aceptar aún, pero esta situación, hizo que sus sospechas crecieran.
Tae simplemente rodó sus ojos, se paró del sofá sin decir ninguna palabra, su mamá era muy intuitiva, llevarle la contra no sería más que otro caso perdido para él. Fue en dirección a saludar a la novia del maldito de Hobi.
No quería que sospechen que sus venas posesivas se habían activado. Pero era más que notable para una sola persona, de todas las que estaban ahí en esa sala, según el platinado.
Estaba jodidamente celoso.
— Hola.— saludó, una vez que se acercó hacía la figura que ahora estaba frente a él, haciendo ver esa rectangular sonrisa, más falsa que el preciado amor de HoSeok hacia las serpientes. Su mamá que la había seguido con la mirada, sonrió satisfecha, cumpliendo su misión. Segundos después se olvidó de su muchacho, conversando temas de trabajo con su esposo.
Taehyung se sentía un poco más aliviado sin la penetrante mirada de su madre.
— Ay!.— murmuró sobresaltándose, con una mueca bastante extraña, mirando al mayor con sus ojos casi fuera de sus órbitas.
TaeHyung estaba aguantando su risa por la expresión de la chica. ¡Demasiado cómica!. Por un momento entendió la respuesta a la pregunta del ¿porqué HoSeok la eligió como su novia?. Sinceramente quería reír, pero él debía permanecer serio, su orgullo siempre iba delante ante todo. Ella estaba con su Hobi, por lo tanto implica que tiene todo su odio, y nada ni nadie podría cambiar eso, aunque sinceramente ella no tiene la culpa de nada, porque la relación que el de cabellos platinados tiene con su hermanastro no es propia como tal, de manera que pueda gritarle a los cuatro vientos que ese pequeño es sólo de él.
