Capítulo 81:

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"Flesh - Simón Curtis"

La canción es opcional.

Narrador Omnisciente:

Ambos chicos iban en la limusina en camino a la mansión. Estaban casi en completa oscuridad de no ser por la luz que entraba por las ventanillas, provenientes de las lámparas de la calle.
Un vidrio de color negro opaco separaba el área del conductor de la que estaban ellos. Se podría decir que estaban casi completamente solos.
Adrien dirigió su mirada a Nathanaël y en aquellos ojos agua marina notó otra vez esa expresión igual a la del zorro en el dibujo. Todavía se preguntaba como es que era tan bueno para pintar cosas así. Tan solo recordar lo que había pasado en el bosque causó que un pequeño escalofrío viajara por su espalda al mismo tiempo que una idea pasaba por su cabeza para provocar al menor.
Nathanaël al notar la atenta mirada sobre él giró un poco su vista encontrándose con los ojos esmeralda de su novio, lo cual le produjo un pequeño temblor por el cuerpo que era casi imperceptible.
Desvío su vista al ver un leve movimiento cerca suyo y se encontró con la mano del rubio que de a poco se acercaba a su pierna.
Volvió su mirada a los ojos verdes que prestaban atención a cada reacción que tenía, casi desafiandolo a que lo hiciera.
Entonces sintió una pequeña caricia al costado de su pierna y como de a poco subía hasta estar un poco más arriba de su rodilla.
Adrien, al ver que Nathanaël no le rechazaba la acción continuó. En ningún momento perdieron el contacto entre sus miradas.
Un escalofrío recorrió todo el cuerpo del menor y la respiración se le aceleró casi innotoriamente al sentir como la mano subía cada vez más, estaba ya más arriba de la mitad de su muslo. El tacto fue dirigiéndose hacia el lado interno de su pierna y seguía subiendo los pocos centímetros que faltaban. El proceso era tan lento que comenzaba a desesperarse un poco. Cuando al fin sintió el contacto sobre esa zona tan sensible, aún a través de dos capas de ropa, un estremecimiento lo recorrió por completo.
Recargó su cabeza contra el asiento mientras cerraba los ojos y soltaba un suspiro casi inaudible. Comenzó a sentir como un calor interno tomaba todo su cuerpo.
Entonces dejó de razonar por unos instantes y se dejó llevar.
Mantenía sus ojos cerrados y soltaba suspiros en el volumen más bajo que podía cundo notaba más fricción y presión sobre aquella zona.
Sintió como su rostro ardía, y supo que si seguía perdería el control.
Se mordió el labio inferior y abrió los ojos de a poco para encontrarse con los esmeralda. De a poco trató de llevar su mano derecha hasta el antebrazo de su novio y bajar a su mano, donde trató de apartarla de forma débil y temblorosa.
Pero entonces Adrien le regaló una sonrisa juguetona e hizo una presión mucho más fuerte sobre el miembro del menor.
Nathanaël cerró con fuerza los ojos y se retorció un poco en su lugar, al mismo tiempo que arqueaba la espalda y se le escapaba un pequeño jadeo. Con la poca voluntad que le quedaba entrelazó su mano con la del rubio y la alejó, dejandolas a ambas entre los dos. Le estaba costando mucho mantenerse bajo control.
Cuando pudo calmarse un poco volvió su vista al frente y mantuvo su labio inferior entre sus dientes, ansioso por llegar a la casa.
Mientras tanto, Adrien sonreía con un poco de diversión al ver lo que había probocado en el pelirrojo.
A los pocos minutos llegaron finalmente a la mansión, y tuvieron que disimular lo desesperados que estaban por llegar a la habitación ya que se encontraron con Nathali. Al saludar, Adrien dijo como excusa que Nathanaël era un amigo y que su padre le había permitido que pasara la noche ahí.
Ambos chicos respiraron con alivio al ver que la mujer les había creído y que se iría dejandoles la casa completamente sola, aunque si estuviera no llegaría a escuchar nada por la amplitud del lugar.
Al ver que Nathali terminaba de salir de la mansión, ambos adolescentes subieron rápidamente las escaleras hasta la habitación.
Una vez ahí Adrien cerró la puerta y se dio la vuelta para inmediatamente sentir unos brazos rodearlo con fuerza por el cuello y unos labios sobre los suyos. Automáticamente correspondió al beso y pasó sus brazos alrededor de la cintura del menor.
Otra vez Nathanaël hizo que giraran y comenzó a caminar, haciendo que el rubio se dirigiera de espaldas a la cama. Una vez que chocaron con esta, Adrien cayó sentado, lo cual provocó que se separara del beso y abriera los ojos encontrándose con los del menor.
Con un pequeño esfuerzo, Nathanaël se sentó con cada pierna a los costados del rubio, quedando así otra vez cara a cara.
Se volvieron a unir en un beso mucho más apasionado. Sus lenguas chocaban y sus labios se mordian entre sí mientras que sus corazones ya latian a mil por hora.
Adrien pasó sus manos dentro de la playera del menor, haciendo que se estremeciera al sentir las caricias en su espalda.
Al separarse por falta de aire, el pelirrojo acercó sus labios al oído del mayor y bajó una de sus manos del hambro a los primeros botones de su camisa.

El Otro Talento de Nathanaël. AdrieNath (Yaoi-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora