O. I.T. N. B [Cyclonno]

Hay que ser fuertes

-Entonces . . .mañana te irás? -

-Si. -Responde José. Estaba él, junto a su primo Gabriel.

-Cuánto tiempo ibas a estar? -Pregunta el primo, mientras fija su mirada atenta hacia el televisor. Estaban jugando un videojuego ambos chicos.

-Creo que menos de un año, pero seguro pasan rápido y estoy aquí de vuelta pronto. -Contesta de igual forma.

-Joder, es que nunca pensé que irías a una cárcel así de joven y con esa actitud tan buena que tienes. -Confiesa.

-A prisión, Gabriel, prisión. -Le corrige

Desde otra habitación se escucharon pasos los cuales se dirigían a la sala en donde los chicos estaban jugando. Era Anne, su novia desde hace unos 2 años. Llevaba puesto un vestido de manga corta azul algo suelto y cómodo, su cabello era oscuro y corto que le cubría un poco su ojo derecho.

La chica de quedó allí por un rato, mientras hablaban y jugaban. Los tres trataban de disfrutar el mayor tiempo posible junto a José, ya que este no estaría con ellos durante un larga, largo tiempo.

Charlaban, reían, contaban un par de historias allí sentados en el sofá de la sala principal, mientras que afuera se anochecía sin que los chicos se dieran cuenta, el tiempo pasó casi volando.

-...Bueno, creo que llegó la hora de despedirse -Afirma Gabriel, mirándo su reloj. Vió que ya era tarde y que debía irse a casa ya.

-Ay, gabi. Te voy a extrañar mucho -Confiesa José haciendo un puchero.

-Ya te dije que no me digas "Gabi" -Dice fingiendo enojo. -... Yo igual te voy a extrañar, tío.

El chico lo abraza fuertemente tanto a José como a Anne para despues recoger sus cosas e irse a casa. Mientras tanto la pareja se va a su habitación.

Cuando se cambiaron para dormir, José se recostó junto su novia y comenzó a acariciar su cabello de forma cariñosa y suave.

La chica sonrió y lo miró. -José . . . Eres tan lindo -Suspira. -Nosé que voy a hacer sin tí.

-Mi amor, acuerdate que quizá me podrás ir a visitar, hablaremos por teléfono. No lo sé, pero jamás dejaré de estar en contacto contigo. -Decía de forma prometedora, el chico trataba de hacerla lo mejor posible para tener unos lindos recuerdos antes de irse.

Anne sonríe enternecida y lo abraza de forma que ella quedara acurrucada en el pecho de José. A el chico le gustaba como tenía ella su cabello, lo comenzó a acariciar suavemente, a Anne le relajaba mucho, sentir las manos de su pareja en su cabecita, le hacía sentir bien y relajada. Empezó a cerrar sus párpados de forma lenta y casi sin darse cuenta se quedó dormida profundamente.

♦•♦

José y Anne llegaron. El chico no soportaba esa sensación de estar lejos de su pareja por tanto tiempo junto gente que no conocía. Tenía miedo, era una de las pocas veces que tenía miedo.
La miró con un rostro que demostraba pena e inseguridad, con los labios apretados.

-José ... Y-yo sé que vas a estar bien. Tu eres fuerte, confía en mí -Decía la chica agarrando la mano de José con fuerza. Lo miraba a los ojos, notó como los de él se empezaron a enrojecerse. -Porfavor no llores...

-Está bien, amor. Creo que deberíamos irnos-Afirmó el chico.

Después de que salieran del auto, se dirigieron dentro de la prisión y fueron donde la oficina que estaba allí, era lo único que había así que decidieron preguntar acerca que hacer ahora. La mujer que los atendía era más o menos baja, pelo teñido a rojo y se le veían ojeras muy notorias.
La pareja al consultar, la mujer buscó datos en sus computador y luego, como no encontró el nombre de José registrado, llamó por teléfono a la oficina encargada de la prisión en general.

-Hola? Si, tengo un problema con un caballero... Si, no lo encuentro en nuestro registro... Su nombre es josé, José Marcos. -Hablaba la señora a través del teléfono, mandó a la pareja a que se siente y eso hicieron ellos.

♦♦♦

-Pues, solo llevaba dinero, no droga . . . Na-nada más - tartamudeaba José. El chico estaba junto su novia, Anne, sentados en un sillón, frente a su familia, sus padres y hermanos, los cuales lo miraban unos con sorpresa y otros con decepción.

- Eras gay? -preguntó la madre con algo de enojo, pero solo un poco.

-En ese tiempo.-

-Aún eres gay? - preguntó la hermana mayor.

-No, n-no soy gay- Respondía José ya algo harto de esas preguntas.

-Seguro? - Dudó Anne, mirandolo de manera graciosa.

El chico rodó los ojos, era incómodo todo eso. Siempre odió los interrogatorios familiares.

-¿Acaso sabías de todo esto? - Preguntó de manera muy seria el padre de José a su novia.

-No, claro que no lo sabía -Respondió- Solo me contó de sus viajes después de la universidad, pero nunca me mencionó de un amante gay que tenía una agencia internacional de narcotráfico, imagínense la sorpresa que le dió.