Otro día más y mis padres insisten en que estoy en depresión. La verdad es que no era así, solo que estoy en el punto de mi vida donde me aburre y desinteresa casi todo.
Eso saca un poco de onda a mis papás, ya que siempre fui de tener iniciativa para hacer todo tipo de cosas.Es tarde, estoy en mi habitación y tengo antojo de algo dulce así que bajo a la cocina en busca de algo.
Se me hace raro que esté tan solo, siendo que mis hermanos siempre andan de aquí para allá corriendo, Tyler escuchando musica a todo volumen y mamá en el jardín o haciendo yoga en la sala.
Me olvido por un rato de la situación y sigo buscando, hasta que recuerdo.
-¡Diablos!, papá sigue aquí- digo, mal diciendo por no haberlo recordado.Corro lo más rápido que puedo hacia las escaleras, hasta que escucho, -princesa, qué bueno que estás aquí- dijo mi papá entusiasmado, volteo lentamente cerrando ambos ojos y con una mueca.
Sabía exactamente lo que significaba, tendría que ir a la convención con él.
Por eso estaba tan sola la casa, todos estaban en sus habitaciones esperando a que papá se fuera para no tener que acompañarlo a su aburrida y rutinaria convención.
Bajo las escaleras y mi papá abre la puerta para salir, dejándome pasar primero.
Ahora estoy aquí escuchando como el sujeto de enfrente no para de hablar.
En lo único que puedo pensar ahora es en qué haré mañana.
Paso cuestionándome casi toda la convención, no poniendo el más mínimo interés en ésta, hasta que una voz me saca de mis pensamientos.
-¿Anna?- preguntó insistente.
-¿Tienes alguna duda o quieres hablar sobre el tema?-
En efecto, era el sujeto de enfrente que no paraba de hablar.
Su aspecto es un poco profundo, incluso resulta algo intimidante,
el cristalino azul de sus ojos me hace querer ver más allá de ellos; muy interesados por cierto.Tiene el cabello rubio, es alto promedio y un tanto atractivo.
Papá ya me había hablado sobre él, era un universitario que se preparaba dando convenciones. Eugene, me parece.
-No- respondo desentendida -no hay nada qué decir- completo.
¿Cómo sabía mi nombre?Su mirada se aparta de mi y baja por una escalera que lo conduce al centro de la sala reincorporando el tema del que hablaba.
El interior de la sala es un tono blanco y los azulejos del piso están un poco desgastados dejando ver algunas partes del mármol simulado.
Me doy por vencida pensando y llego a la predecida conclusión de que mañana haré lo de siempre.
Pongo atención en Adrien y me doy cuenta de que por segundos fija su mirada en mi y eso me incomoda un poco.
Al terminar la convención voy con mi papá.
-Cariño, sube al coche, en un momento voy-
Podría esperarlo justo ahí pero decido adelantarme e ir al coche, lo que habla con sus colegas termina por aburrirme siempre.
Subo al auto y enciendo mi celular para ganar paciencia esperando a mi papá. Algo me hace ver el retrovisor y veo a Adrien despidiéndose de un maestro y subir a su camioneta.
Me deslizo hacia abajo por en asiento haciendo que este rechine un poco, espero a que pase Adrien y vuelvo a enderezarme. En verdad soy un tanto paranoica.
Después de jugar 6 batallas de Clash Royale, ver un capítulo de Grey's Anatomy y 50 fotos; llegó mi papá.
-Lo siento tanto princesa, tenía mucho que no hablaba con un viejo amigo y acabamos de ponernos al corriente desde la universidad-
-Vamos papá, soy Virgo. Tengo la paciencia del mundo- dije divertida, el rió.
-Aún así, gracias por acompañarme- me sonrió y besó mi frente.
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CLIMB
Teen FictionAmanda está en el punto de su vida donde no sabe exactamente qué hacer con ella. Su rutina tan repetida la está empezando a aburrir, una tarde decide romperla sin saber que le cambiaría por completo su vida.