El cielo de tus ojos. (Lesbico)

23.4

¿Conocen ese molesto vacío que da en el estómago? Es como un presentimiento, o simplemente nervios.

La mañana llegó como cada día, con la diferencia que estaba lloviendo tras la ventana, Megara consiguió dormir nuevamente aferrada a mi cuerpo después de aquel episodio en donde sufría una pesadilla, yo en cambio me quedé despierta viendo aquel blanco techo, sólo para asegurarme que descanse de forma plácida. Su respiración iba al mismo compás que la mía, mi mano recorría la línea de su columna con lentitud, mientras mi mente sólo divaga en este día que tengo por delante.

Repetía aquella caricia por su brazo hasta su hombro y volvia a bajar. Mi teléfono vibra en la mesa haciendo que estire la otra mano y le tome.

Al abrir el Whatsapp veo varios mensajes, abro primero el de mi madre: "¿a que hora le dan de alta? " miro la hora en mi teléfono y noto que van a ser las ocho, dentro de poco traen el desayuno, prosigo a contestar "a las diez debes estar aquí"

El siguiente mensaje que abro es de Jade "voy en camino, ¿quieres algo para tu desayuno" sonrió levemente antes de contestar "cualquier cosa está bien" voy a salir del chat pero me responde de inmediato "vale, en diez llegó"

Rose me contestó, según el registro anoche, suspiro y le abro "luego te cuento sobre ella" le dejó en visto ya que no tengo mente para eso, aunque le marcó de favorito para quizás más adelante volver a preguntarle

Siento como la cabeza de Megara se levanta de mi pecho así que retiro el teléfono dejándolo en la mesa, sus ojos completamente claros me miran, mi mano va a su mejilla acariciándola de forma lenta.

Hola —dice en un susurro, yo muerdo mi labio inferior sin dejar de acariciar su piel, me inclino hacia adelante y uno nuestros labios cerrando mis ojos al sentir el contacto, fue sumamente lento el beso, sin ninguna intención que no fuera seguir trasmitiendo mis sentimientos

Hola —termino de decir al despegarme de ella, escucho la puerta abrirse lo cual me hace abrir los ojos, una enfermera entra con una bandeja de comida, lo cual me hace darme cuenta que deben ser las ocho y diez o quince.

La enfermera como el día anterior me regañó por estar en la cama, ya que por política del hospital aquello no se puede hacer. Yo solo me baje sin siquiera responder, mi mano tomo la de Meg y le dio un beso en la parte superior. Aquella mujer al ver que pase de ella y que ya me había bajado salió de la habitación no sin cerrar de forma fuerte la puerta.

Aquello hizo sonreír de forma leve a Megara y a mi esa sonrisa hizo que latiera mi corazón, porque aunque solo van dos días en los que he visto solo tristeza en sus ojos, eso es una prueba de que podremos salir de esto.

Tome la bandeja y nos coloque en la misma posición que el día anterior, en la mitad de la comida llegó Jade acompañada de Emma quien me sorprendió un poco.

El saludo fue sumamente raro, Megara hablaba más no miraba el rostro de ninguna de ellas, como si algo lo impidiera. Yo me comí el sándwich de pavo que me trajeron, en un momento Emma salió de la habitación para ir al baño aunque antes de salir me hizo señas.

Ya vengo —le digo a Meg, quien me mira y sus ojos revelan tantos sentimientos sin embargo sólo asiente. Al salir y cerrar la puerta veo a Emma apoyada de la pared, ella al verme salir comienza a caminar por el pasillo, yo la sigo sin decir nada, hasta que llegamos al comedor.

¿Como estas? —me pregunta al tomar asiento, yo me posicionó al frente de ella en otra silla

Quisiera decir "estoy bien", pero siento una opresión en el pecho muy grande, siento la necesidad de muchas cosas a la vez y todas terminan con un... " Quédate a mi lado siempre, yo te protegeré de hoy en adelante " —apoyo mis brazos en la mesa y hundo mi cabeza en ellos