Toda la familia estaba dormida, menos Chloe quien tenía unas malditas ganas de orinar que la tenían mal, pero había un problema le daban terror los aviones, es más, cuando el avión estaba despegando lleno de semicirculos los brazos de Laia, quien estaba desgraciadamente a su lado, le había clavado la uñas, creo que hasta le salió sangre y Laia ODIA la sangre por lo que tambien se altero demasiado.. pero eso no viene al caso.
¿cómo hacer para caminar hasta el baño en morir en el intento? Se preguntaba chloe en su cabeza.
Cuando por fin tuvo el valor para salir de su asiento el avión comenzó a moverse debido a las malditas turbulencias, ella comenzó a correr por el avión despertando a todos y cada uno de los pasajeros que este llevaba ese bendito avión.
—¡MI LOUI!—comenzó a gritar Katie al darse cuenta de que probablemente su conejo parezca manteca en una zarten hirviendo.
—¡Cálmate Katie! ¡Tú maldito conejo esta bien!—le dijo Jade pero hizo que ella sólo rompiera mas en llanto.
—¿Y tu como sabes eso?— Su hermana giro los ojos exhausta.
— Porque yo lo sé todo, Kat, cálmate maldita sea— rugió, Katherine supo en ese instante que no debía seguir molestando a su hermana.
Casi expulsan del avión a toda la familia por el conejo de Katie, las malas palabras de Jade, los llantos de Emily, los ronquidos de Austin, el miedo de Chloe a los aviones y como frutilla de el santo postre.. los gritos de Laia para que todos se callaran.
Pero por fin habían llegado a destino, tanto la familia como la aerolinea estaban felices con haber llegado y no soportaban absolutamente más nada.
¡Por fin estaban en Miami! ¡Iban a tener una habitación para cada uno! ¡Se acabaron las malditas latas de sardinas!
La familia tomó un taxi y llegó hasta la puerta de su nueva casa, era verdaderamente enorme.
Cuando dejaron las maletas y ordenaron su ropa cada uno en su habitación Ellie y Adam fueron a inscribir a todos sus hijos en el lo que sería su futuro colegio, era una escuela bastante buena de Miami.
Mientras sus padres estaban fuera todos fueron a la playa que estaba a una cuadra de su casa, desde ella se podía ver la playa perfectamente con el agua cristalina y hermosa como siempre habían soñado.
Y así paso el fin de semana, en la playa, Adam pidió permiso a la empresa para irse a vivir a Miami y trabajar en la sucursal de aquí, por lo que él ya tenía trabajo, pero Ellis tuvo que ir a conseguir uno. Austin quedó a cargo durante ese periodo de tiempo.
—¡AUSTIN! ¿dónde demonios esta mi maldita blusa?— gritaba Chloe desde arriba dentro de su habitación.
—¡NO LO SE CHLOE! No soy mamá búscala tú— gritaba su hermano mayor mientras trataba de cambiar a la pequeña Emily con el uniforme de su nuevo jardín de niños.
El resto de los hermanos tenían el poder de decidir que clase de ropa usar en el Instituto, cada uno con su estilo.
Cuando por fin austin logró tomar las riendas de la situación y logró despegar a Katie de su conejo, a Jade de su celular, a Hailey de su libro, a Laia de la cama, a chloe de su revista de Justin bieber y a Emily de su juguete, las 6 subieron al auto junto con su hermano mayor.
Cuando llegaron al instituto, luego de haber dejado en el jardín de niños a emily, las miradas se posaron en las cuatro Morochas como su padre con ojos azules, la única que no tenía los ojos azules sino color miel y pelo verde teñido era jade, obviamente siempre tendía que ser la diferente, la oveja negra de la familia.
Las miradas de los chicos cesaron cuando bajo Austin del auto a acompañar a sus cinco chicas, el morocho de ojos claros los fulminó con su mirada. Tomo a sus hermanas como pudo y las arrastró dentro del instituto.
HAILEY:
¡Hola! mi nombre es Hailey Connor, soy una de las quintillizas Connor y no es por presumir pero la más inteligente, aplicada, amable, linda, respetuosa, bueno.. esas son sólo mis virtudes porque mis defectos ¡puff! Si que son muchos como por ejemplo no siento amor, jamas me enamoré, tampoco estoy interesada en hacerlo, también suelo ser fría y calculadora, a veces un poco aburrida según mis hermanas.Soy morocha de ojos azules, soy la más alta de las cinco a pesar de que dentro de todo somos bastante parecidas tanto en altura como en la cara.
Hoy mi hermano, Austin, nos trajo al colegio, él ya va a la universidad, nos lleva dos años.
Iba caminando por los pasillos buscando la biblioteca entonces veo a un chico y decido preguntarle a él, ya que increíblemente no me toco clase con ninguna de mis hermanas, por ende estoy mas sola que perro malo.
— Disculpe..— murmure tocando su hombro y cuando se da vuelta, ¡wow! en serio es lindo, ya me parezco a Chloe.. ¡Dios! No, que horror.
— Yo sólo quería saber donde esta la biblioteca— murmure nuevamente por lo bajo el sonrió.—Hola, soy el profesor Miller, mucho gusto.— ¿Que? ¿Es profesor?
—Disculpe el atrevimiento señor... pero ¿cuantos años tiene?— le pregunte dudando —no parece profesor— lo último se me escapo sin querer, quise pegarme con un palo en la cabeza, el rió.
—Tengo 25, y la biblioteca esta para el otro lado, sigues derecho y a la izquierda, Ojalá la encuentres, nos vemos señorita...— dijo dándome pie para decir mi apellido.
—Connor— le respondo rápidamente.
—¿Connor? ¿Eso no es un nombre de hombre?
—También.. pero ese es mi apellido— le sonrió amistosamente —mi nombre es Hailey.
—Oh! Bueno señorita connor fue realmente un gusto, debo dar mi próxima clase suerte con lo de la biblioteca— me dijo mientras se alejaba por el pasillo.
Yo suspire.. y me dirigí a la biblioteca.
ESTÁS LEYENDO
Quintillizas
RomantikTodo comenzó una noche de borrachera, Ellie Swift y Adam Connor estaban oficialmente casados, aunque eso no les había impedido tener antes al pequeño Austin de tan solo dos años de edad. Esa noche saldrían a divertirse debido a que pensaban ponerse...