Todos recordamos nuestro primer corazón roto, nuestra primera decepción y nuestra primera ruptura. Los malos recuerdos nunca se van, siempre están constantemente entre nosotros, flotando por nuestra mente y lastimando nuestro corazón.
Pero también recordamos aquellas cosas buenas que nos dejan una gigante marca en nuestra vida. Como el primer beso —independientemente de con quien haya sido— nuestro primer amor y como dejar de lado la experiencia de conocer a alguien especial, alguien que llena tu vida de alegría, amor y emoción.
Porque las personas nos marcan la vida, y gracias a ellas tenemos nuestros mejores o peores recuerdos.
Pero ¿Es posible que una sola persona te haga experimentar todas esas cosas a la vez?
Si, puedo asegurar que una persona tiene la capacidad de amar con cada célula de su cuerpo, pero también sabe lastimar con la misma o mayor intensidad.
Pero no hay comparación alguna al perder totalmente a la persona que amas. Sientes ese vacío asfixiante en tu corazón y luego llegan aquellos recuerdos para dejarte en pedazos, para recordarte que estás solo y que, probablemente lo has perdido todo.
Bueno, en algo tenía razón Lucie Miller y es que ella solo podía lastimarme y destrozar cada centímetro de mí.
Pero somos masoquistas ¿No? Ella me lo advirtió y yo corrí el riesgo por ella, porque la amaba.
Y al mirar el final de nuestra historia me arrepiento de no haberla escuchado. Sin embargo, gracias a ella descubrí el amor.
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Miradas
Short StoryLucie Miller es una lectora empedernida, siempre soñó con vivir uno de esos tantos romance que leía. Sin embargo, si ella hubiese levantado la mirada de sus libros, se hubiese encontrado con Gabe Braxton observándola y deseando poder hablarle. Todas...