"Yo solo la quería, manipular. "
Aquí viene el inicio de todo.
El por qué de los problemas.
El por qué de Lena.
El por qué de la sangre y el olvido.
Aquí viene; Josh.
Desde su más escalofriante perspectiva.
▶Cuando la mentira es la verdad,
la imag...
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Nadie lo entendía.
Yo sabía que no estaba loca, que tenía algo más que una enfermedad que me hacía delirar y ver cosas que quizás, quizás, no existían. Sabía que yo era algo más que eso, era algo más que algo mental.
Puede que me intentara clavar un cuchillo en mi vientre para poder descansar en paz. O puede que Lucas me matara en aquel baño por el simple deseo de querer verme muerta.
Yo no lo sé, y el problema es que si no lo sé yo, no lo sabe nadie.
Yo tengo mi verdad; mi única e irrefutable verdad, pero nadie me creía. Podía ser por el hecho de que yo maté a Lucas mucho antes de que todo esto pasara, o porque toda la historia que he contado a los policías durante esta semana solo había sido fruto de mi imaginación, de lo que me gustaría que hubiera pasado.
Pero supongo que la verdad es solo eso; algo que todos queremos tener, pero que en cambio, nunca tendremos. Porque la verdad es subjetiva.
Porque la verdad; es algo que no podemos apropiarnos. Y yo soy el ejemplo de ello.
Todos aquí, me gritan que me intenté suicidar, que Lucas no existía, y que nunca fue un paciente del psiquiátrico, si no un enfermero que casi nunca tuvo contacto conmigo, y que la historia de los policías que conté una vez, era totalmente falsa, por el simple hecho de que yo, seguía viva. Que el instituto al que decía ir, no existía, o porque ninguna Natasha había muerto en ningún momento.
Tal vez tenían razón, y mi hermano nunca había abusado de mi sexualmente, porque aún era un niño.
O tal vez ellos sean los locos que me quieren hacer pensar eso, cuando en realidad todo lo que he contado pasó de verdad.
Tal vez, y solo tal vez, este mundo no exista, y solo esté soñando y cuando me despierte sea un hombre de cincuenta años divorciado, tirado en alguna esquina de algún bar cutre, llorando por la resaca que tenía.
Por eso siempre dije, y diré que; la verdad no es mía, ni suya, ni tuya, ni de ellos. La verdad no es única.
La verdad, no existe.
Muerta para los locos, viva para los creyentes; Lena.
