Tachibana

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Cerré la puerta de la cafetería rápidamente. No aguantaba ni un maldito segundo más en el mismo lugar que ese asqueroso imbécil. Estoy ya harta de él.

Andé hacia mi taquilla para recoger mis cosas e irme a mi casa lo mas rápido posible.

We don't have to talk

We don't have to dance

We don't have to smile

We don't have to make friends

It's so nice to meet you let's never meet again

We don't have to talk

We don't have to dance

We dont't have to dance...

Mi teléfono estaba sonando. Abrí la mochila para buscarlo. Genial. Está al fondo. Seguí buscandolo y rapidamente pude encontrarlo.

-¡Hey Tachi! ¿Como te fue en el castigo?- la voz de Dylan salía por el altavoz del móvil.

-Horrible Dylan, no lo soporto.- le respondí enfadada- Le tiré pastel en la camiseta, espero que la mancha no se vaya de su estúpida camiseta de Call Of Duty.- escucho reír a mi amigo.

-¿Así que pastel eh?- seguía riendose-¿Qué hizo esta vez Tachi?

-¿Por dónde empiezo? Me echó la culpa por estar ahí, me llamo hobbit...-lo escucho reír mas fuerte- ¡Dylan!

-¡Perdón Tachi! Pero es muy divertido.- no podía parar de reír-¿Qué tal si hacemos un torneo de Mario Kart y luego encargamos unas pizzas?- preguntó- ¡Yo invito!

-Eres el mejor, sabes siempre como animarme.- le respondí- Estoy a punto de salir del instituto, ve hacia mi casa.

-¡Allí te espero Tachi!- colgó.

Abrí mi taquilla y dejé los libros. Había una nota.

Eres una matona. ¿Te divierte pegarle a los demás? Eres horrible.

Hice una bola con la nota y apunté hacia la papelera y... ¡encesté!

Cerré la taquilla y puse la combinación. Apoyé mi espalda en la taquilla.

-Así que soy la matona del curso... eso es muy, pero que muy interesante.

Me quedé unos minutos absorta en mis pensamientos, hasta que miré el reloj y me di cuenta de que llegaba tarde. Dylan tiene que haber llegado ya a mi casa.

Me puse la mochilla en uno de mis hombros y salí del instituto. Empecé a correr lo más rápido que pude, por suerte, mi casa no quedaba tan lejos.

Me paré en frente de mi casa y suspiré, estaba sin aliento de tanto correr.

-¡Pero vuelve conmigo!- escuché la voz de Piper gritar desde fuera.

Cogí mis llaves y las metí en la cerradura, girándolas y abriendo la puerta. Y los vi.

-Ya hemos hablado de esto Piper, podemos ser amigos, pero no volveré contigo. Nunca.- Dylan estaba de espaldas a mí, parece que no se dió cuenta de mi presencia

Another Destiny.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora