Piérdete entre el degradé de lo blanco y lo negro, ve más allá de los fijismos. Anímate un poco a encontrar las cosas apasionadas que nos da la vida, que permanecen ocultas, esperando a ser encontradas, esperando por una mente curiosa dispuesta a ver más allá de lo que nos muestran los ojos, las apariencias. Adopta tus ideas, transformarlas en vida y luego enamórate de ellas para que no te sea fácil desprendértelas, aliméntalas de sentido y déjalas salir a jugar de vez en cuando, siempre y cuando estén de acuerdo con la sencilla parte del trato: salir de casa bien nutridas y regresar con algo nuevo, sin las manos vacías. Con el tiempo tendrás ideas maduras, capaces de generar otras ideas. No te enfoques en recrearlas con cosas del quita y pon. No las reprimas cuando pidan a gritos salir a flote y sientas que deban hacerlo, las buenas ideas siempre suplen. No solo a ti, sino también al mundo.
Anímate a arrancarte los hilos sociales, excelentistas manipuladores en crear mentes oprimidas y reprimidas.
Anímate a ser.
