Naga Vanshi - Naga!InglaterraXLectora (AU)

Capitulo 5

Naga Vanshi Cap. 5 – Naga!InglaterraXLectora

Disclaimer: Hetalia y sus personajes originales son propiedad de Hidekaz Himaruya, yo sólo pongo la historia y los ambientes; La lectora sigue siendo mascota de Arthur hasta nuevo aviso.

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En lo alto de una montaña yerma y nebulosa, se podían escuchar los gritos y jadeos exhaustos de alguien; por la voz era posible determinar que aquel que hacía esos sonidos era un chico. Efectivamente, de la cintura para arriba era un muchacho de cabello castaño claro y corto en cuyo costado izquierdo de su cabeza se alzaba un rulo y aunque tuviera los ojos cerrados, aparentemente era posible para él ver hacia dónde iba; más debajo de la cintura se podía apreciar una cola de pitón marrón con franjas más oscuras cruzando su vértebra. Se deslizaba por la roca grisácea tan rápido como podía, buscando alejarse de dos siluetas que lo perseguían igualmente reptando.

Era un naga hábil para escapar de sus enemigos, pero se vio obligado a frenar en seco cuando no tenía alguna escapatoria frente a un acantilado. Abrió sus ojos miel para poder ver a sus seguidores por última vez: un joven más alto y fornido que él, de cabello rubio peinado hacia atrás, ojos celestes opacados, con su torso descubierto a excepción de una cruz de hierro que pendía de su cuello y su cola era la de una mamba verde oliva. El otro también era un joven, de baja estatura que el chico pero era igual de armas tomar; su cabello era corto y azabache con algunos flequillos y patillas a los costados de la cabeza, sus ojos eran marrón sin brillo, usaba una especie de yukata gris para cubrir algo que sobresalía en su espalda como dos bultos, y su parte inferior era la cola de una gran serpiente negra de bajo vientre blanco. El niño estaba al borde del llanto por el temor.

-¡Ludwig, Kiku! No me lastimen, per favore! –Suplicó el chico con acento italiano.- ¡Prometo que me portaré bien! ¡Haré lo que sea pero no me hagan daño! – Mas los otros nagas no respondieron entretanto avanzaron hacia el joven menor, obligándolo a retroceder hacia el risco.

-¡Reduciré mi tiempo de siestas! ¡Comeré las patatas aplastadas que prepares, Lud! ¡No te abrazaré sorpresivamente de nuevo, Kiku! ¡Seré obediente, lo prometo! – Debido a que no podía ver a su espalda, se resbaló del borde y cayó al vacío lanzando un grito. Ambos nagas buscaron la manera de descender a acabar su trabajo, pero una figura alada y semi humana bajó del cielo lanzando siseos semejantes a gruñidos.

-Suficiente... - Habló la recién llegada silueta con la voz de una mujer.

-Pero... lady Zhao... -Intentó excusarse el rubio de acento alemán.

-Les había ordenado eliminar a ese mocoso, no se preocupen. La caída de la montaña y el río serán su fin... -Un par de ojos amarillos como los de un dragón miraron a donde cayó el chico, frunciendo luego el entrecejo.- Una persona sí de débil no merece estar bajo mi estandarte, y menos con vida... Y ustedes dos, vuelvan a sus puestos.

-¡Sí, señora! – Exclamaron ambos al unísono antes de regresar al interior de la montaña.

-Qué lástima, Feliciano. Tu incompetencia me resultaba adorable... pero lo tierno no gana batallas.- Dijo el ser femenino antes de desplegar sus alas de dragón rojo y alejarse del acantilado volando.

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-¡¡AHHHHHHHH!! – Grité abrazada al tronco de un árbol estando sentada en la rama del mismo, hace escasos segundos había sufrido un terrible susto.